A diferencia de la salida anterior, a los pejes había que clavarlos. Estar desatento significaba no concretar la captura. Foto: Enzo Ventimiglia

A diferencia de la salida anterior, a los pejes había que clavarlos. Estar desatento significaba no concretar la captura. Foto: Enzo Ventimiglia

A diferencia de la salida anterior, a los pejes había que clavarlos. Estar desatento significaba no concretar la captura. Foto: Enzo Ventimiglia

A diferencia de la salida anterior, a los pejes había que clavarlos. Estar desatento significaba no concretar la captura. Foto: Enzo Ventimiglia

A diferencia de la salida anterior, a los pejes había que clavarlos. Estar desatento significaba no concretar la captura. Foto: Enzo Ventimiglia

A diferencia de la salida anterior, a los pejes había que clavarlos. Estar desatento significaba no concretar la captura. Foto: Enzo Ventimiglia

A diferencia de la salida anterior, a los pejes había que clavarlos. Estar desatento significaba no concretar la captura. Foto: Enzo Ventimiglia

A diferencia de la salida anterior, a los pejes había que clavarlos. Estar desatento significaba no concretar la captura. Foto: Enzo Ventimiglia

LAGUNA RENDIDORA

Cuero de Zorro: el turno de pescar pejerreyes embarcados

Segunda parte de una salida que comenzó pescando al vadeo y terminó al día siguiente con una impecable jornada arriba del bote. Por: Luis Osvaldo Ventimiglia.

La escapada a esta laguna del partido de Trenque Lauquen tuvo una suspensión por viento, situación que nos obligó a postergarla una semana. Nada mejor que vengarnos de esa ansiedad con una doble salida, la primera ya la contamos, disfrutando el sábado 12 de octubre de una linda cosecha de pejerreyes vadeando y pescando a flote. La otra actividad fue al día siguiente, cuando subimos al tracker del guía para disfrutar de una pesca embarcada en Cuero de Zorro.

El turno del bote

No conformes con la buena acción previa, el domingo amanecimos bien temprano y alrededor de las 7.30 de la mañana ya estábamos navegando. Matías Pinto, nuestro guía y referente en el ámbito, fue el encargado de conducirnos, eligiendo anclar cerca de la costa donde rompía el viento en primera instancia. Casi inmediatamente comenzó el pique, con líneas de flote a igual profundidad que el día anterior. 

En esa línea de pique, a alrededor de 40 cm de la superficie se fueron dando continúas llevadas con pejerreyes muy parejos, de buen porte, morrudos y bien peleadores. Un detalle que llamó la atención es que había que clavarlos, no se enganchaban casi solos como en el viaje anterior. En esta ocasión, si no encañabas en el momento justo, la captura no se concretaba. 

Nos movimos en dos ocasiones para ir probando lugares que Matías tenía y en ambos logramos rindes similares. En estos cambios de sectores siempre rendidores pudimos advertir algo que ya sabíamos, pero que se confirma siempre conviene ir con un excelente guía, y el nuestro es conocedor del espejo. La pesca fue casi en forma completa con mojarra viva, pero tanto el filet de dentudo como de pejerrey dieron resultado también.

Poco antes de dar por finalizada la jornada, decidimos hacer un largo y lento garete para probar el rinde en esa modalidad y tuvimos un resultado similar al anterior, aunque fueron aumentando el tamaño de los pejerreyes que pinchábamos. Ya con la cuota hecha y pasadas las 14.30 decidimos regresar al pesquero y preparar la vuelta a nuestra querida ciudad de Chacabuco, con la feliz certeza de que éste será, nuevamente el año próximo, uno de los espejos obligados a visitar por los pescadores para obtener buenos resultados, por la cantidad y calidad de pejerreyes que entrega.

Servicios:

  • Matías Pinto. Guía en la laguna Cuero de Zorro (lado América). Tel.: (02954) 68-0541. En redes: Facebook