Es el primer dinosaurio acorazado encontrado en Africa. Foto: Museo Birminghan

Parte de los restos fósiles hallados en Marruecos. Foto: museo de Birminghan

Tenía púas de hasta un metro de largo. Foto: museo de Birminghan

HALLAZGO HISTORICO

Encuentran restos fósiles de un milenario y extraño dinosaurio acorazado en Marruecos

Se trata del Spicomellus afer, un gigantesco anquilosaurio que poseía púas muy afiladas de casi un metro de largo. ¿De qué antigüedad data?

Un grupo de paleontólogos británicos, estadounidenses y marroquíes encontró en el Atlas Medio de Marruecos los restos fósiles de un extraño dinosaurio acorazado. Bautizado Spicomellus afer se trata del anquilosaurio más antiguo jamás descubierto en Africa. El ejemplar presenta un collar de hueso con diez púas, la más larga de 87 centímetros, y costillas con espinas nunca vistas en otra especie

Este gigantesco y extraño ejemplar habitó en la Tierra hace, aproximadamente, unos 165.000.000 de años y, según explicaron los especialistas en una entrevista con Nature, su hallazgo cambia por completo la comprensión acerca de la evolución de estos dinosaurios acorazados, ya que presenta una armadura extraordinaria compuesta por púas óseas de hasta un metro de longitud.

Spicomellus afer: hallazgo revelador

"Este hallazgo es un descubrimiento increíblemente significativo, ya que el Spicomellus afer es uno de los dinosaurios más extraños que han descubierto. Es completamente diferente a cualquier otro encontrado en cualquier otro lugar del mundo", afirmó el profesor Richard Butler, de la Universidad de Birmingham, Inglaterra.

"La armadura de Spicomellus es verdaderamente extraordinaria, diferente a la de cualquier otro dinosaurio, ni a ninguna otra criatura jamás descubierta. Realizamos una tomografía computarizada para descartar que los fósiles fueran falsos, como si alguien hubiera ensamblado púas en un hueso y el análisis confirmó que estas estructuras defensivas y ornamentales existían ya en el Jurásico Medio, 30.000.000 de años antes de lo que se pensaba", agregó el paleontólogo británico.

Los investigadores sostienen que las espinas pudieron cumplir funciones de defensa, pero también de exhibición. “Es difícil creer que las espinas de casi un metro de largo que rodean el cuello sean solo para defensa, en tanto que como las astas o las colas de pavo real actuales, creen que estas púas pudieron tener un rol en el cortejo", concluyó Butler.

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