Es el mayor mapa infrarrojo del cielo creado hasta el presente. Foto: CONICET

Este mapa ha sido captado en luz infrarroja, lo que lo hace especialmente valioso para los investigadores. Foto: CONICET

Vía láctea mapeadas inicialmente por VVV y luego reobservadas por VVVX. Foto: CONICET

ATLAS INEDITO

Científicos argentinos elaboraron el mayor mapa infrarrojo del cielo

Fue confeccionado por un equipo internacional del que participan el OAC, Famaf, el Instituto de Astronomía Teórica y Experimental de la UNC y el Conicet después de más de 13 años de observaciones. Cuenta con más de 1.500 millones de objetos.

Uno de los mayores retos para la astronomía ha sido explorar el corazón de la Vía Láctea, debido a la densa acumulación de estrellas y polvo interestelar que dificulta las observaciones en el espectro óptico. Sin embargo, los proyectos VISTA Variables en la Vía Láctea (VVV) y su extensión (VVVX), liderados por el Observatorio Europeo Austral (ESO), han revolucionado este campo. Estos proyectos utilizan el telescopio Vista, especializado en observaciones en el infrarrojo cercano, lo que permite penetrar las zonas más oscuras y ocultas de nuestra galaxia.

Gracias a este enorme avance tecnológico, los científicos lograron elaborar un mapa preciso de las estructuras estelares del núcleo de la Vía Láctea que,al observarla en 1610, Galileo Galilei, la describió  como una "masa de innumerables estrellas". Hoy, más de 400 años después, el proyecto VVV y VVVX han completado el mayor mapa infrarrojo de la Vía Láctea, basado en 13 años de observaciones. Este esfuerzo ha sido liderado por 146 científicos de 15 países, y ha generado valiosos datos para entender la estructura y evolución estelar.

Mapa infrarrojo: 200.000 imágenes del cielo

Los megaproyectos VVV y VVVX fueron dirigidos por Dante Minniti, de la Universidad Nacional de Córdoba, y por Philip Lucas, de la Universidad de Hertfordshire. Durante 420 noches de observación, se capturaron 200 mil imágenes del cielo, monitoreando más de 1.500 millones de objetos celestes. Se generaron 500 terabytes de datos científicos, convirtiendo a este proyecto en uno de los más grandes del Observatorio Europeo Austral. El uso del infrarrojo fue clave para superar los obstáculos del espectro óptico y poder estudiar las zonas internas de la Vía Láctea.

Las observaciones del proyecto VVVX cubrieron un área de 1.700 grados cuadrados del cielo, incluyendo el bulbo galáctico y el disco interno de la galaxia. Esto permitió construir un mapa en 5D, que incluye posiciones, distancias y movimientos de los objetos. Este mapa sin precedentes ayuda a entender mejor la formación estelar y la evolución de la galaxia, ofreciendo una plataforma para estudios avanzados sobre la dinámica y las poblaciones estelares.

Según explicaron los científicos argentinos, este trabajo no solo arroja luz sobre los misterios del corazón de la Vía Láctea, sino que también complementa los catálogos ópticos del satélite Gaia, ofreciendo una imagen más completa de las zonas ocultas de nuestra galaxia. A medida que se siga analizando la vasta cantidad de datos, se espera que estos descubrimientos continúen enriqueciendo nuestra comprensión del universo.

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