Wednesday 17 de December de 2025
ARMAS | 30-09-2025 07:40

Entrevista al especialista en seguridad John Lott: “El delito baja si las víctimas pueden defenderse”

En una reciente visita a la Argentina, destacó algunos aspectos para disminuir la alta tasa de criminalidad de nuestro país con recetas ya probadas en el mundo.

El renombrado economista norteamericano John Lott nos concedió una entrevista exclusiva, luego de su disertación del día anterior para un selecto grupo de asistentes en un céntrico hotel de la Capital Federal, convocatoria realizada por la Federación de Legítimos Usuarios de Armas Argentina (FLUAA), anfitriones del destacado especialista en seguridad. 
Para quienes no lo conocen, el Dr. Lott es un catedrático Master en Economía de los Estados Unidos, quien se relaciona con nuestro ambiente de las armas por haber realizado influyentes estudios sobre el crimen y la defensa armada de usuarios civiles y policiales. Sus estadísticas confirman la necesidad de que quienes estén en condiciones de armarse legalmente y tengan la voluntad de hacerlo, lo hagan como medio de mejorar su seguridad personal. A continuación, un extracto de la entrevista.

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Hernán Rodríguez: ¿Está usted comprometido con la defensa de los derechos de usar y tener armas?
John Lott: No, no estoy involucrado con esos derechos. Lo que yo hago es tratar de establecer lo que hace que la gente esté más segura. Y he llegado a esto accidentalmente. Estaba dando clases en la Escuela Wharton Business de Pennsylvania respecto de crímenes corporativos y de cuello blanco, y cometí el error de decirle a los estudiantes que estábamos adelantados con el programa de estudios. Luego de la clase, se acercaron un par de ellos y me dijeron: “Bueno, como usted sabe, estamos adelantados con el programa y queda tiempo extra, y aunque no es exactamente un tema del temario, su exposición está relacionada con el crimen. ¿Estaría usted interesado en dar una charla sobre el control de las armas?” A lo que respondí: “Bueno, supongo que puedo hacerlo”. 
Anteriormente a esto, Lott había realizado un profundo estudio sobre el crimen, pero nunca se encontró interesado en las armas. Fue entonces cuando comenzó a mirar más en profundidad el tema. Es decir, “leí algunos periódicos de la zona –continúa-, pero quedé impresionado por lo pobremente hecho que estaba todo el trabajo de investigación que se había realizado. Y si eres un académico, haces una investigación por una o dos razones posibles: o bien tienes una idea nueva que nadie ha tenido antes, lo que constituye el 95 % de lo que he hecho; o piensas que puedes hacer mejor trabajo del que otro hizo”. 
H.R.: Observe… este es mi último permiso de portación, ya vencido. En la Argentina hoy en día sólo se emiten para algunos políticos y gente bien relacionada (con excepción de algunas empresas). Para el usuario promedio es imposible obtener un permiso de éstos. ¿Cuál es su opinión acerca de la portación legítima?
J.L.: Lo que indica mi investigación es que básicamente hay dos grupos de la población que más se beneficiarían de tener permisos de portación. En principio, las minorías pobres que viven en entornos urbanos con altas tasas de crimen. En segundo término, aquella gente que es físicamente más débil, como las mujeres y los de mayor edad. ¿Y usted me dice que es muy difícil? Los pobres nunca tendrán portación. Así y todo, hay un sector que está beneficiado. ¿Tiene que agradarme que gente poderosa, rica y políticamente conectada pueda obtener esos permisos de portación y andar circulando? Si, está bien, pero no son ellos quienes más se enfrentan al crimen. ¿Y sabe qué? Usted observa las tasas de crimen de la Argentina y son un poco menor que las de los EE.UU. Por otro lado, la tasa de robos es simplemente increíble. Es decir, de acuerdo con los números que encontré, en su país es cercana a 1.068 cada 100.000 habitantes. Y en los EE.UU. es de 60 sobre la base de la misma cantidad de gente. Allá tenemos lo que llamamos Estadística Nacional de Victimización del Crimen, la que recopila datos de 240.000 personas al año. O sea que tenemos una idea de la tasa de crímenes no denunciados a la policía. En la Argentina no tienen algo así. 
H.R.: Es que no todas las víctimas denuncian…
J.L.: Correcto, una de las cosas que averiguás con el tiempo es que, si la gente no cree que los crímenes serán resueltos, es menos propensa a denunciarlos. Y mi suposición es que vuestra tasa de delitos, la real, es en realidad mucho más alta que 1.068, lo que es abrumador. Sospecho firmemente que, si la Argentina tuviera un servicio de estadísticas como nosotros, sabría que la cantidad de delitos no denunciados sería aún mayor que en mi país. Y que la tasa de delitos contra la propiedad es muy alta en todo el territorio. Estuvimos moviéndonos en auto por Buenos Aires y hemos visto rejas hasta en edificios de departamentos. Esto es porque los propietarios temen que los delincuentes escalen por los balcones. Bien, todo esto puede variar de acuerdo a si a la gente se le permite tener o no armas. 
H.R.: Coincido. Solemos tener malos funcionarios que pretenden abolir la tenencia de armas, no otorgar permisos de portación. Cuando lo tuve me salvé tres veces con sólo extraer el arma. Los delincuentes huyeron, sin que hubiera disparos. 
J.L.: Bueno, los americanos resuelven el 95 % de los intentos de asalto de esa manera defensiva, extrayendo en arma.  Mire, los delincuentes no son estúpidos, no tanto. No quieren hacer el delito demasiado difícil o riesgoso para ellos. Este es un punto básico, no es ciencia espacial. Si quieres detener el crimen, debes hacerlo riesgoso para los criminales. Y puedes hacerlo con mayor tasa de arrestos, con penas mayores, sentencias más largas, la pena de muerte por supuesto, y yendo al extremo. Pero también puedes lograrlo haciendo que las víctimas de esos delitos puedan defenderse. Eso ayuda mucho y está comprobado en muchísimos países del mundo. 

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Hernán Rodríguez

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