Las primeras piezas se registraron en la zona céntrica de Mar del Plata. Varios pescadores que fueron por las últimas corvinas rubias de la temporada y se vieron sorprendidos por el pique violento y la tradicional pelea del pez elefante. Foto: Diego Fernández

Las primeras piezas se registraron en la zona céntrica de Mar del Plata. Varios pescadores que fueron por las últimas corvinas rubias de la temporada y se vieron sorprendidos por el pique violento y la tradicional pelea del pez elefante. Foto: Diego Fernández

Las primeras piezas se registraron en la zona céntrica de Mar del Plata. Varios pescadores que fueron por las últimas corvinas rubias de la temporada y se vieron sorprendidos por el pique violento y la tradicional pelea del pez elefante. Foto: Diego Fernández

Las primeras piezas se registraron en la zona céntrica de Mar del Plata. Varios pescadores que fueron por las últimas corvinas rubias de la temporada y se vieron sorprendidos por el pique violento y la tradicional pelea del pez elefante. Foto: Diego Fernández

MUY ESPERADOS

Llegaron los primeros peces elefante a Mar del Plata

Si bien no es época, a mediados de abril la especie suele hacer algunas apariciones esporádicas y eso ocurrió en las últimas horas en La Feliz. Entremezcladas salieron varias corvinas rubias, que se niegan a cerrar su temporada.

Por Diego Fernández

Siempre causa revuelo cuando aparecen los primeros “trompitas” del año. Es que el pez elefante es muy codiciado por los pescadores y ya todos saben que a mediados de abril la especie suele hacer una aparición tibia y escueta en la costa marplatense, en cantidades significativamente menores que en el segmento septiembre-octubre. Suelen prenderse de una línea variada tradicional e incluso en aparejos de pejerrey, y por eso a veces es muy difícil capturarlos.

Las primeras piezas se registraron en la zona céntrica de Mar del Plata. Varios pescadores que fueron por las últimas corvinas rubias de la temporada (que todavía están y se resisten a moverse de la costa) se vieron sorprendidos por el pique violento y la tradicional pelea del pez elefante. Otros debieron batallar más, porque en la búsqueda del escardón, picaron algunos “banderitas” que hicieron difícil la tarea y que salieron -incluso- en doblete junto a algún pejerrey. 

Los últimos registros llegan desde Cabo Corrientes, pero también hubo pesca en Punta Piedras y más al norte, en Los Molinos, tres de los pesqueros más conocidos de la ciudad. Entremezcladas continúan firme las corvinas y algún que otro pez palo, especie que se ofrece de antesala y representa los primeros muestreos de la famosa variada de invierno. Si bien no hay gran expectativa de que aparezca una gran cantidad, la ilusión está intacta y la chance de dar con un pez elefante “perdido” aumenta el entusiasmo y es un plus que invita a acercarse a la costa. 

Al fin de cuentas, se trata de ir y probar. Lo demás, es cuestión de suerte.

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