La pescadilla, una especie que convoca a los pescadores

Al horno, frita o a la parrilla, hay mil maneras de disfrutar en la mesa familiar una de las especies más abundantes de nuestro amplio litoral marítimo. Hablamos de la pescadilla, un pez que está al alcance de todos, no requiere grandes técnicas para pescar y que se vuelve un verdadero manjar a la hora de lo gastronómico. Un pez cazador que se prende tanto a carnadas naturales como cebos artificiales y que cuenta en su currículum una fiesta que se realiza en su honor desde hace casi 2 décadas, la Fiesta Nacional de la Pescadilla, un evento que se realiza cada año en la localidad de Pinamar, dentro de la provincia de Buenos Aires y que, en este 2025 cumple, nada más y nada menos, que 15 ediciones. 

De cuerpo fusiforme, cubierto de escamas regulares a grandes y con un color gris azulado, aclarándose en los flancos, la pescadilla se la encuentra en todo el litoral bonaerense, incluso en el agua dulce de San Clemente y hasta la Bahía San Blas, escenario que suele abundar. Alcanza un tamaño promedio de 30 a 60 cm y un peso de 1 a 2 kg. Los juveniles se alimentan principalmente de crustáceos, entre los que se destacan camarones y crías de langostinos, y en menor medida, de peces como la anchoíta. A medida que crece, los forrajeros pasan a ser su alimento casi en exclusiva, por eso los filets de pejerrey y de sardina fresca con escamas son tan buenos y rendidores entre las carnadas a la hora de tentarlas.

Aunque su pique inicial es habitualmente violento, una vez enganchada al anzuelo, su resistencia disminuye notablemente. Los mejores momentos para intentar su pesca suelen ser durante la parada de la marea y al comienzo de la bajante. Se recomienda utilizar equipos de pesca variada de mar tradicionales, con cañas livianas y carretes cargados con nylon de 0.28 a 0.30 mm, reforzado con un chicote de salida de 0.70 mm, no por la lucha del pez sino por la fuerza que nos puede obligar el uso de plomos pesados. Para aumentar las posibilidades de éxito, es aconsejable levantar las brazoladas; es decir, colocar el último anzuelo, en caso de usar dos, a unos 40-50 cm del plomo. El uso de brazoladas largas es particularmente efectivo, ya que el movimiento del agua estimula el apetito de esta depredadora.

Su gran evento

La Fiesta Nacional de la Pescadilla tendrá su 15° edición el próximo domingo 15 de septiembre, en un torneo en el que la especie no tiene peso mínimo para entrar en clasificación. Hay más de $ 80.000.000 en premios y $ 20.000.000 para aquel pescador que capture el ejemplar de mayor peso. En caso de no obtenerse este pez, será la variada de mayor peso la que se computará. No entra la especie chucho en esta clasificación general, el cual tiene un premio aparte. La grilla de gratificaciones se extiende hasta el 20° clasificado, además de las damas, cadetes y al mejor chucho. Los pescadores pueden inscribirse con un costo de $ 110.000 hasta el 30 de agosto, mientras que luego de esa fecha se abona $ 150.000. El concurso es organizado por el Club de Pesca Pinamar, entidad que este año cumple 75 años, y se extiende de 10 a 15 hs, aunque el sábado al mediodía será la apertura de la fiesta en Bunge e Intermédanos, con shows en vivo, patio de comidas y muchos sorteos.

La competencia que arrancó con 200 cañas y fue creciendo en el tiempo para establecer una media que se acerca al millar de participantes, este año tendrá algunos cambios.  Los más salientes pasan por la ampliación de la cancha de pesca. En este 2025 se amplió unos 1.500 m hacia el norte, una parte que se habilitará para transitar con vehículos 4 x 4 o con tracción simple a través de los balnearios que se encuentran. 

Se trata del torneos que abre el calendario de concursos en las playas de la costa bonaerense, lo que atraerá a pescadores de toda la provincia y del país. Además, una cancha de pesca libre de enganche y que brinda la posibilidad de piques a toda distancia, sin necesidad de ser un gran caster para lograr un buen premio.