Gran expectativa por el concurso de 24 horas que reparte más de $ 300.000.000 en premios

Cada fin de semana en algún lugar del país hay algún evento que congrega a los pescadores. En el litoral, las lagunas o en las costas bonaerenses se reiteran numerosos concursos que tienen a la pesca como imán. En esa grilla interminable hay varios torneos que trascienden las fronteras y se convierten en propuestas muy relevantes que atrapan al pescador y sus familias. La fiesta del dorado en Paso de la Patria, la del surubí en Goya sobresalen, de la misma manera que la tradicional actividad que se realizará el próximo fin de semana, específicamente en las playas del partido de Tres Arroyos. Allí, en Claromecó, Reta y Orense se realizará la 62° edición de las 24 horas de la corvina negra, un torneo mítico que contará con más de 5.000 pescadores intentando durante todo un día, una captura que lo haga ganador de alguno de los siete vehículos 0 km que hay de gratificación o uno de los importantes suculentos premios que pone en juego el club Cazadores, organizadores del concurso que se cataloga como el más grande de aguas abiertas de Sudamérica y que genera un importante movimiento económico durante el fin de semana en la ciudad. 

La zona de pesca tiene un recorrido de aproximadamente 40 km, y a diferencia a años anteriores, sufrirá algunas modificaciones en su delimitación. El límite del lado de Reta será reducido. En esta ocasión, la bandera que marca el final de esa zona se ubicará en las inmediaciones del arroyito. Para compensar este ajuste, el límite del lado de Orense se extenderá 1500 metros, brindando mayor espacio en ese sector. Desde la organización informaron que las banderas delimitadoras se colocarán el día jueves, permitiendo a los pescadores reconocer los nuevos límites con antelación. Elegir un buen lugar es clave, aunque se puede ir moviendo de un lado a otro durante el concurso. El torneo inicia a las 15 hs del sábado y termina a la misma hora del domingo, y no se suspende por mal clima. La inscripción es de 140 mil pesos para los socios, damas, cadetes y socios del ACA y de 155 mil para los no socios, una cifra que se modifica poco con respecto a la última edición. Comparando con aquella oportunidad, los premios aumentaron un 65 %, mientras que la entrada sólo lo hizo un 40 %. La misma se puede adquirir hasta las 18 del día del concurso, es decir tres horas después de iniciado el certamen. 

La expectativa para esta edición es muy importante, según expresó el vicepresidente del Club Cazadores, Horacio Pesalaccia. Las consultas en el club son “permanentes, mucho más que otros años”, lo que indica un mayor entusiasmo entre los potenciales participantes. “La gente está un poco más animada”, añadió sobre el evento que requiere un enorme esfuerzo logístico y humano. El día del concurso hay 20 controles distribuidos en la playa, lo que implica entre 40 y 45 personas trabajando solo en esa área. Además, otras 25 o 30 personas colaboran en diversas tareas, la mayoría de forma voluntaria. “Se trabaja con mucha responsabilidad, con mucha seriedad, pero también con alegría”, afirmó Pesalaccia quién junto al club ya desde varios días antes del evento trabaja con el montaje de carpas, escenarios y pantallas. Incluso después del concurso, el trabajo continúa durante 10 a 15 días más. Al cierre del viernes 31 de enero, el conteo de inscripciones anticipadas dio el número de 5084, una cifra altísima para estos tiempos y que posicionará, a esta edición, entre las más concurridas.

Tras aquel inició de la historia el sábado 17 de febrero de 1962 cuando ganó Ever Chachero, el torneo recién superó las mil cañas en 1978, y llegó al récord en 1987. Según reveló Pesalaccia, el concurso estuvo cerca de entrar en el libro de los récords. “Hace algunos años intentamos que sea récord Guinness, porque el número más alto que figuraba para un concurso en México era de 2.800 participantes. Nos propusieron venir a homologar el evento de ese año, pero tenía un costo realmente altísimo, casi era el valor de un auto. Entonces dijimos que no, decidimos poner un auto más ese año” Lamentablemente, se decidió no homologar oficialmente la edición de 1987 del concurso de Tres Arroyos que contó con 6.862 inscriptos, cifra que, sin dudas, lo convertiría indiscutiblemente en el más grande del mundo.

La cancha se extiende por decenas de kilómetros, al igual que los sueños de cada pescador que adquiere la inscripción con la ilusión de anotar su nombre en la ilustre galería de ganadores de este tradicional concurso. Con escenarios distintos para disfrutar la actividad, desde sectores libres de enganche y con buen pique a pedregales donde los cortes son monedas corrientes pero la chance de pescar se acrecienta, Claromecó, Reta y Orense serán la atracción del próximo fin de semana en un evento que, sin dudas, será memorable.