Cada año se vierten millones de toneladas de plástico al mar Foto: weekend

Cada vez hay más plásticos en los océanos. Foto: www.fundacionaquae.org

Entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de plástico acaban cada año en los océanos. Foto: www.fundacionaquae.org

PREOCUPANTE

Científicos afirman que los plásticos perdidos del océano ya están dentro del cuerpo humano

Un estudio en el Atlántico Norte reveló que la mayoría del plástico marino no desapareció, sino que se volvió invisible y que están presentes incluso en el tejido cerebral de las personas.

Millones de toneladas de plástico se vierten en los océanos cada año, pero sólo una fracción aparece en los estudios que se han llevado a cabo hasta el presente. Al respecto, una investigación reciente en el Atlántico Norte afirma que la mayor parte de esos plásticos se encuentra fragmentada en partículas tan diminutas que pasan desapercibidas. Y, lo peor de todo, es que ya forman parte del ecosistema y de los seres humanos. 

Además, el trabajo que fue llevado a cabo por un equipo de investigadores del Instituto Real de Investigación Marina de los Países Bajos y de la Universidad de Utrecht asegura que los plásticos no han desaparecido, sino que se han hecho invisibles.  "La clave está en los nanoplásticos, fragmentos de menos de una milésima de milímetro que sólo pueden detectarse mediante espectrometría de masas de alta resolución. Son tan pequeños que escapan a redes, sensores y limpiezas oceánicas", explicaron los científicos. 

Océanos: cada vez con más plásticos

“Esta estimación muestra que hay más plástico en forma de nanopartículas flotando en esta parte del océano que en micro o macroplásticos más grandes que flotan en el Atlántico o incluso en todos los océanos del mundo. Los nanoplásticos presentes son irrecuperablesLas partículas fueron halladas en todas las muestras analizadas, incluso lejos de las costas", afirmó Helge Niemann, autor principal del estudio.

Los nanoplásticos llegan al mar desde diversas fuentes: desde plásticos más grandes que se descomponen con la luz solar, pasando por la escorrentía fluvial, hasta la caída del aire con la lluvia, y, una vez allí, penetran en todo el ecosistema: desde bacterias y otros microorganismos hasta peces y depredadores superiores como los humanos.

«Ya se sabe que los nanoplásticos pueden penetrar profundamente en nuestro cuerpo. Incluso se encuentran en el tejido cerebral». Ante la imposibilidad de eliminar estas partículas, el mensaje del equipo es claro: al menos, deberíamos evitar que siga contaminando nuestro medio ambiente con plásticos”, concluyó Niemann.

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