Jeep Renegade Willys 4x4: cómo es el nuevo SUV salvaje en formato compacto

Hay vehículos que parecen hechos para la ciudad, aunque se disfracen de aventureros. Y hay otros que, sin levantar demasiado la voz, esconden una capacidad real de ir más allá del asfalto. En ese segundo grupo entra el nuevo Jeep Renegade Willys 4x4, la gran novedad de la marca en la Argentina, que rinde homenaje al legado militar de la marca pero con todo el confort y la tecnología del presente. Este Willys no se queda en el marketing: llega con tracción 4x4 auténtica —no simbólica—, un equipamiento completo y una estética que lo diferencia a simple vista del resto de la gama Renegade. Y lo mejor: mantiene un tamaño práctico para la ciudad, con la versatilidad de salir de ella sin excusas.

Silueta conocida, carácter propio

A simple vista, el Renegade Willys se distingue por detalles que no son puro decorado. Las llantas de 17” con neumáticos Scorpion ATR+ lo conectan con caminos de tierra, y los emblemas “Willys” —presentes en los laterales y el portón trasero— le rinden tributo al icónico Jeep de la Segunda Guerra Mundial. Faros redondos LED, parrilla clásica de siete ranuras y un tono más aventurero que el resto del catálogo completan el combo visual.

En el interior hay coherencia con lo que se ve por fuera: materiales de buena calidad, detalles específicos (como los bordados con el logo Willys en los respaldos) y una cabina bien equipada para largos viajes. Pantalla táctil de 8,4”, compatibilidad inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay, cargador por inducción, climatizador bizona, techo panorámico eléctrico y un cuadro de instrumentos digital de 7” le dan al modelo un aire de SUV premium, sin caer en el exceso.

Más que apariencia: una 4x4 real

La verdadera diferencia está debajo. Al contrario que las versiones Sport Plus o Longitude, este Renegade ofrece un sistema de tracción integral Active Drive Low, heredado del Trailhawk, con modos de conducción específicos para nieve, arena y barro, además de bloqueo electrónico del diferencial y control de descenso en pendientes. Es decir: no sólo parece una 4x4, lo es.

El motor es el ya conocido 1.3 turbo T270, que entrega 175 CV y 270 Nm de torque a apenas 1.850 RPM, acoplado a una transmisión automática ZF de nueve marchas. El conjunto empuja bien, responde con agilidad y ofrece una experiencia de manejo firme y segura tanto en ruta como fuera de ella. No es casual que esta versión se fabrique en la planta de Goiana, en Pernambuco, la misma que produce la Trailhawk para toda la región.

Otro punto fuerte es la seguridad. El Willys incluye de serie 7 airbags, control de estabilidad y tracción, frenos ABS con EBD, sensores de punto ciego, alerta de cambio de carril, frenado autónomo de emergencia, detector de fatiga y reconocimiento de señales de tránsito. Un combo que lo convierte en el Renegade más seguro ofrecido hasta ahora en el país.

¿Y qué pasa con los otros Renegade?

Comparado con el Sport Plus –que usa el motor 1.8 ETorq, más modesto y con tracción simple– el Willys se siente directamente de otra especie. La versión Longitude ya comparte motor turbo y tiene buen nivel de confort, pero carece del sistema de tracción integral y de muchos de los asistentes todoterreno. El Willys, en cambio, se para sobre una base distinta: está pensado para quien efectivamente va a usar la doble tracción, no solo para quien quiere parecer aventurero.

Pero lo que hace del Willys un producto verdaderamente atractivo no es sólo su equipamiento o su motor: es el equilibrio que logra entre lo racional y lo pasional. Porque no se trata únicamente de una ficha técnica contundente, sino de sensaciones. Y en ese terreno, este Jeep se siente sólido, bien plantado y con una dirección firme, algo poco frecuente en SUVs chicos. El tacto del volante, el aislamiento acústico y la forma en que la suspensión copia el terreno sin incomodar al habitáculo son señales de que estamos frente a un producto bien resuelto.

Otro aspecto interesante es cómo se comporta en situaciones cotidianas. En ciudad, la posición de manejo elevada y los sensores 360 hacen más sencilla la circulación. En ruta, la caja de 9 marchas permite crucerear a 120 km/h con el motor relajado, girando a menos de 2.000 RPM. Y cuando llega el momento de salir del camino, los neumáticos ATR+ y el sistema de tracción trabajan de forma transparente, permitiendo incluso atravesar zonas con barro o ripio suelto sin dramas.

En cuanto a consumos, los registros reales lo ubican en torno a los 8 litros cada 100 km en ruta y unos 10,5 l/100 km en ciudad, cifras aceptables considerando el tipo de vehículo, de motor y sus capacidades. El tanque de 60 litros otorga una autonomía razonable para viajes largos, otro guiño a su vocación de aventura. En cuanto a los datos duros: largo, 4.268 mm; ancho, 2.040 mm; alto, 1.712 mm; distancia entre ejes, 2.570 mm; despeje al suelo, 197 mm y capacidad del baúl, 314 litros. Angulos off-road: ataque, 30°; salida, 32°; ventral, 22°

Conclusión

Por último, hay que decir que el Renegade Willys 4x4 viene a cubrir un vacío dentro del mercado de SUV compactos. Porque si uno busca algo similar con tracción real y equipamiento comparable, las opciones son escasas o mucho más costosas. Es cierto que Jeep no inventó nada nuevo con este modelo, pero sí logró recuperar algo que parecía perdido: un verdadero 4x4 accesible, cómodo y bien equipado. Y eso, en estos tiempos, es casi revolucionario.

En un mercado plagado de SUVs con estética aventurera pero alma urbana, el Jeep Renegade Willys 4x4 se anima a ofrecer algo distinto: capacidades reales, sin resignar confort. No es el más barato, ni el más grande. Pero si lo que se busca un SUV compacto que responda cuando se acaba el asfalto y que no se asuste ante el barro, la arena o la nieve, este Jeep es una opción sólida. Fiel al nombre que lleva en el portón.

Verónica Romaña es directora de Mainumby4x4, empresa organizadora de travesías off road. Y también creadora y manager del 4x4 Off Road Fest capítulo Argentina.