Para muchos aficionados, las vacaciones han pasado a ser un recuerdo y los fines de semana son cada vez más cortos para ir en busca de buenos destinos de pesca. Todo esto en un contexto económico difícil, con altos costos de traslado y cánones de ingreso a los pesqueros elevados que provocan que se piense en destinos cercanos. Para el porteño, sin lugar a dudas es una excelente opción visitar las costas del Río de la Plata, un escenario ideal para disfrutar de una buena variada.

Grandes corvinas rubias en el Canal Culebra
Con esa idea de despuntar el vicio por la afición deportiva, el sábado 15 de febrero, después de las lluvias del día anterior, el pescador Gastón Baldyga se hizo una escapada a la Costanera Norte del estuario rioplatense. Visitó la zona del Parque de la Memoria, un sitio de acceso totalmente gratuito, y en una pesca exprés, entre las 11 de la mañana, y durante unas tres horas.

En ese lapso, según cuenta Gastón, logró una increíble cantidad de piezas que llegó al centenar, todas devueltas al agua, sólo debiendo sacrificar un bagre y una boguita para encarnar. Arrancó con un puñadito de lombrices para obtener las mencionadas carnadas y, con un equipo liviano equipado con reel rotativo, tuvo un pique tras otro, saliendo bogas, doradillos, sábalos, bagres, viejas de agua, algunos de portes interesantes y que brindaron buena pelea antes de rendirse.

A pesar de que se trataba de un día atípico, no sólo por ser sábado sino también por ser el posterior a una precipitación y con fuertes vientos, el aspecto del estuario era con agua sucia y muy movida, con presencia de muchos sedimentos en suspensión. Así fue como contra toda la lógica habitual, el pique fue firme y sostenido, tanto que esas tres horas lo contentaron para retirarse.

Las inmediaciones al Parque de la Memoria son un sitio habitual para aquellos que de frente al ancho río van a pescar, probar equipos e intentar nuevas técnicas. A veces la pesca es remisa y en ocasiones, como ésta, es realmente abundante. Es un pesquero recomendable, una zona segura y concurrida por familias pescadoras, donde reinan el respeto y la cordialidad. Y felizmente son muchos los aficionados que devuelven al agua todas las piezas capturadas. La Costanera es siempre una opción más que válida para aquellos que tienen ganas de pescar durante unas horas sin tener que realizar mucho viaje y, aún más, si viven en Capital Federal o el Conurbano.





























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