El impacto de la pesca deportiva en Argentina

Durante la reciente feria Armas 2025, celebrada en La Rural de Buenos Aires, la Asociación de Dirigentes y Periodistas de Pesca ofreció una charla que gozó de una positiva acogida entre los asistentes. En ella, se destacó la considerable cantidad de pescadores que existen en Argentina, a menudo subestimada debido a su naturaleza solitaria y discreta. La afirmación se fundamentó en un estudio realizado por AICACYP, el último que se tiene data y que se concretó en diciembre de 2022, el cual reveló que más de 3.600.000 de personas practican la pesca en Argentina representando el 7,8% de la población. En ese año, ingresaron más de 760.000 cañas y 780.000 reeles, que se vendieron en más de 1000 comercios de proximidad. Los números indican que el 50% de los pescadores del AMBA realizan esta actividad desde hace más de 10 años, mientras que el 18 % de los pescadores de la Argentina se inició el último año, de los cuales el 40% son menores de 29 años.

La importancia para la salud

La pesca no es solo un deporte, sino una actividad recreativa saludable que fomenta la conexión intergeneracional y fortalece los lazos de amistad, especialmente valiosa para personas mayores. El disfrute comienza desde la planificación y la preparación, culminando en el encuentro con compañeros para compartir jornadas de pesca. Para garantizar que todos los argentinos, independientemente de su situación económica, puedan disfrutar de estos beneficios, es fundamental que existan espacios públicos de pesca accesibles y seguros, con servicios sanitarios adecuados.

El cuidado de los recursos naturales

Los jóvenes suelen mostrar una mayor conciencia ecológica que las generaciones anteriores, a menudo cuestionando prácticas como la pesca indiscriminada y la contaminación del agua. Por ello, es fundamental fomentar la cultura del conservacionismo y el cuidado del medio ambiente entre ellos, ya que serán los futuros responsables de implementar políticas ambientales. Debemos promover activamente la pesca y devolución, enfatizando la importancia de practicarla correctamente para minimizar el daño a los peces. Es crucial evitar demoras innecesarias para tomar fotografías. Al extraer el anzuelo, se debe ser extremadamente cuidadoso, y en caso de dificultad, es preferible cortar el sedal, sacrificando el anzuelo, antes que lesionar al pez. Al devolverlo al agua, se debe apoyar suavemente al pez, evitando arrojarlo. Sostenerlo delicadamente por la cola, con la cabeza orientada hacia la corriente, facilitará su oxigenación. El pez se marchará nadando por sí solo una vez que haya recuperado sus fuerzas.

La sustentabilidad es responsabilidad de todos, y para ello debemos educar a chicos y mayores para evitar contaminar las aguas y la depredación, porque de lo contrario en un futuro próximo las nuevas generaciones no podrán practicar este deporte que tanto amamos ni existirá la actividad turística relacionada a la pesca, ni los guías de pesca y muchos lugareños perderán sus medios de subsistencia.