Se detectó un incremento en el uso de artes de pesca prohibidas y en la captura de ejemplares de pequeño tamaño, lo que pone en serio riesgo la conservación de las especies nativas. Foto: Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible Paraguay

Se detectó un incremento en el uso de artes de pesca prohibidas y en la captura de ejemplares de pequeño tamaño, lo que pone en serio riesgo la conservación de las especies nativas. Foto: Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible Paraguay

Se detectó un incremento en el uso de artes de pesca prohibidas y en la captura de ejemplares de pequeño tamaño, lo que pone en serio riesgo la conservación de las especies nativas. Foto: Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible Paraguay

Se detectó un incremento en el uso de artes de pesca prohibidas y en la captura de ejemplares de pequeño tamaño, lo que pone en serio riesgo la conservación de las especies nativas. Foto: Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible Paraguay

PARAGUAY

La legislación bajo la lupa ante el aumento de incautaciones en la pesca ilegal

Se advierte un preocupante incremento de infracciones durante la veda pesquera en Paraguay. Aunque la prohibición ya finalizó en las aguas compartidas con Argentina, continúa hasta el 31 de enero en los cauces limítrofes con Brasil, donde se intensifican los controles para proteger las especies en plena etapa reproductiva.

Por Jorge Virgilio

La veda pesquera es una de las principales herramientas legales de conservación de los recursos ictícolas en Paraguay. Establecida anualmente por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), la normativa prohíbe de manera temporal la pesca, el transporte y la comercialización de peces silvestres, con el objetivo de resguardar a las especies durante su período de reproducción y desove. En este marco legal, el domingo 21 de diciembre concluyó la veda en los lagos internos y en las aguas compartidas con la Argentina, donde la restricción había estado vigente desde el 2 de noviembre. Sin embargo, la prohibición continúa hasta el 31 de enero en las aguas compartidas con el Brasil, que incluyen al río Apa, la desembocadura del río Paraná con el río Paraguay y la zona de las Tres Fronteras, alcanzando al río Yguazú.

Desde el Mades manifestaron su preocupación por el notable aumento de incautaciones registradas durante 2025, un indicador que, lejos de celebrar la eficacia de los controles, expone una alarmante falta de conciencia sobre la importancia de respetar la legislación ambiental. “Es preocupante la falta de consciencia en la protección de los recursos naturales”, señalaron desde la cartera ambiental. El director de Pesca del Mades, Adán Leguizamón, explicó que durante los operativos se detectó un incremento en el uso de artes de pesca prohibidas y en la captura de ejemplares de pequeño tamaño, lo que pone en serio riesgo la conservación de las especies nativas. “Aumentó la cantidad de elementos incautados, como espineles, redes y peces muy pequeños. Esto demuestra que aún falta mucho trabajo de concientización”, advirtió.

Ante este escenario, las autoridades anunciaron que reforzarán los controles y apelarán al trabajo conjunto con otras instituciones, como la Policía Nacional, además de solicitar la colaboración de asociaciones de pescadores para ampliar la vigilancia en los ríos. Las tareas de fiscalización se concentraron en zonas clave como Vallemí, Puerto Casado, Peña Hermosa, San Pedro, Antequera, Puerto Rosario, la triple frontera con Ciudad del Este, Itapúa y el río Ypané, y continuarán durante todo el período de veda vigente con Brasil. En cuanto a los resultados de los operativos, el Mades informó que entre el 2 de noviembre y el 21 de diciembre se decomisaron más de 36.000 metros de espineles, casi 20.000 metros de redes de monofilamento y alrededor de 1.000 metros de maromas, además de cañas con reels, embarcaciones y diversos elementos de pesca. También se incautaron unos 250 kilos de pescado, entre ellos surubíes, dorados y manguruyúes.

De acuerdo con lo establecido por la legislación paraguaya, los peces decomisados fueron donados a hogares de niños y hospitales públicos, reafirmando el carácter social de la medida. No obstante, desde el Mades insisten en que el cumplimiento de la veda no es solo una obligación legal, sino una responsabilidad compartida para garantizar la sostenibilidad de los recursos acuáticos y la biodiversidad del país para las futuras generaciones.

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