Un 60 pies diferente con un planeo suave y limpio, donde toda la cubierta puede disfrutarse navegando a alta velocidad. Foto: Solaris.

Un 60 pies diferente con un planeo suave y limpio, donde toda la cubierta puede disfrutarse navegando a alta velocidad. Foto: Solaris.

Un 60 pies diferente con un planeo suave y limpio, donde toda la cubierta puede disfrutarse navegando a alta velocidad. Foto: Solaris.

Un 60 pies diferente con un planeo suave y limpio, donde toda la cubierta puede disfrutarse navegando a alta velocidad. Foto: Solaris.

Un 60 pies diferente con un planeo suave y limpio, donde toda la cubierta puede disfrutarse navegando a alta velocidad. Foto: Solaris.

Un 60 pies diferente con un planeo suave y limpio, donde toda la cubierta puede disfrutarse navegando a alta velocidad. Foto: Solaris.

ESPECTACULAR

Lancha Solaris 60 Open, la excelencia de lo simple

La última creación de Solaris Power es este 60 pies abierto tipo walkaround, con tecnología de vanguardia en la construcción, y un casco potente y equilibrado de alta velocidad.

Por Martín D'Elía

Solaris Power es parte del Grupo Solaris, cuyo astillero dedicado a vela se inició en 1970. Dispone de 26.000 m2 de instalaciones, de los cuales 6.000 son cubiertos y, además de construir barcos a medida, ha reconstruido y restaurado embarcaciones de hasta 100 pies. Hoy es uno de los principales actores europeos e internacionales en la construcción de veleros de primera clase de entre 50 y 110 pies. La reputación del astillero, bien asentada desde hace más de 50 años entre los navegantes de todo el mundo, descansa en una filosofía histórica: construir veleros sólidos y seguros con los más altos estándares de calidad, capaces de desafiar a los prestigiosos constructores de yates mundiales, con proyectos que en su mayoría han salido del tablero de dibujo del ingeniero naval argentino Javier Soto Acebal. Sobre esta base en la construcción, desde 2008 Solaris también opera una unidad de producción dedicada a yates a motor que, bajo el sello Solaris Power, ofrece una gama formada actualmente por 6 modelos abiertos de 49 a 60 pies, y 4 coupé y flybridge de 48 a 60 pies, de los cuales presentamos el último que acaba de salir al mercado.

Un 60 pies diferente

Con un casco en “V” profunda, en el que se ha buscado el equilibrio de pesos con un centro de gravedad bajo, alto francobordo y una proa recta con abanico, el barco enfrenta suavemente las olas y la cubierta se mantiene seca. Otro dato fundamental de este barco abierto tipo walkaround de 60 pies es que garantiza el movimiento fácil y seguro de proa a popa, sobre todo navegando y especialmente planeando a su velocidad máxima de 39-40 nudos con la motorización más potente. 

Entre las innovaciones que el Solaris 60 Open incorpora y que lo distinguen del resto de los yates de esta eslora y tipología, además del mencionado diseño del casco, se destacan las bordas laterales del cockpit que pueden volcarse, abriendo este espacio y permitiendo ganar un 20 % más de superficie para disfrutar de la vida al aire libre y el relax a bordo. Esto se suma a la amplitud de la manga máxima, que proporciona una gran estabilidad, tanto navegando como estando fondeados, lo que hace innecesarios los estabilizadores de los que otros 60 pies no podrían prescindir. 
Para destacar también es el garaje para una embarcación auxiliar situado bajo el solárium de popa, en el que entra fácilmente un jetski y varios juguetes acuáticos. No podía faltar tampoco una pasarela hidráulica que se puede usar como escalera de baño, ni una ancha plataforma de popa que se puede utilizar durante todas las actividades náuticas a bordo, ya sea para izar o botar un auxiliar o una moto de agua, así como, por supuesto, usarse como antesala de un baño durante el fondeo.

 

Confort en cubierta

El diseño tiene en cuenta la funcionalidad y la polivalencia que se le exige a una embarcación abierta del tipo walkaround: resuelve ambas áreas de relax y de toma de sol en proa y en popa. Es decir, siempre se dispone de un área donde aislarse a pleno sol. Al solárium de proa se accede por los pasillos laterales y ofrece no sólo una amplia superficie acolchada, sino también un banco orientado en el sentido de la navegación, así como asientos individuales en las esquinas de ambas bandas del triángulo de proa, justo detrás del sector de fondeo que alberga ancla y cadena con su correspondiente molinete en el interior, de forma que no se vea desde la cubierta. 
Tras él, el puesto de gobierno y de los acompañantes ocupa toda la manga de la cabina, con dos confortables butacas y otras dos en la otra banda para los acompañantes que deseen seguir la navegación. Entre ellos, un amplio paso da también acceso a la entrada a la cubierta inferior. Siguiendo hacia popa, el diseño sitúa el salón al aire libre configurado por dos grandes sofás en L que envuelven sendas mesas abatibles que permiten un paso central. No podía faltar el bar-cocina exterior, con un mueble transversal adosado por proa a los asientos del puesto de gobierno que, además, separa funcionalmente el área de gobierno del cockpit de popa. 

Este espacio queda cubierto del sol por el gran y robusto techo rígido, que puede ampliarse hacia popa con una toldilla desplegable. Más atrás, las dos escaleras de acceso desde la plataforma de popa flanquean el solárium que ocupa la parte superior del garaje, convenientemente separado de la zona de comedor por un sofá orientado a proa que completa el espacio de estar y comedor exterior.
Los interiores son espaciosos para garantizar una vida de lujo durante las largas estancias a bordo. Hay un camarote principal a lo ancho de toda la manga y la opción de tres o cuatro cabinas con baños en suite.

Variantes posibles

 Son tres las versiones de distribución de la cubierta interior, siempre con garaje separado en popa y un camarote individual para marinería. En la primera, hay dos camarotes dobles, el del armador en el centro de la eslora a toda la manga y la VIP doble en proa, más uno con dos camas individuales. Cada uno de ellos dispone de su propio baño. 

En la segunda opción se mantienen los dos camarotes dobles, pero el de las dos camas se sustituye por un pequeño salón tipo dinette. Y en la tercera opción mantiene el camarote doble del triángulo de proa, que se convierte en el principal, así como el pequeño salón a los pies de la escalera de bajada, pero el tercio de popa se organiza en dos camarotes enfrentados a cada banda del pasillo central: uno con cama doble y otro con dos individuales. Esta versión es a la que pudimos acceder en la presentación de este artículo.

Navegación estable y seca

Los yates Solaris Power y, lógicamente, este 60 pies, cuentan con una propulsión de vanguardia que trabaja en sinergia con la forma del casco. Este es el resultado de una intensa colaboración de Volvo Penta a la hora de implementar los pods IPS con el objetivo de lograr una aceleración rápida, un planeo estable, unas viradas firmes y suaves, y un rendimiento y eficiencia máximos. 
La sala de máquinas es espaciosa, ventilada y ofrece un fácil acceso al propio motor y a los demás sistemas. Las formas del casco, el equilibrio de pesos y su hidrodinámica se han estudiado en profundidad para lograr un bajo consumo de combustible, lo que da una excelente autonomía y una reducción de las emisiones de CO2. El resultado: un crucero eficiente tanto en desplazamiento como en planeo a altas velocidades. 

De serie, el Solaris 60 Open se entrega con 2 Volvo Penta D6 IPS 800 de 600 HP a 3.000 RPM, que le confieren una velocidad máxima de 30 nudos y de 25 en crucero. Opcionalmente, se puede optar por 2 Volvo Penta D6 IPS950 de 725 HP a 2.500 RPM o bien 2 Volvo Penta D13 IPS 1350 de 1.000 HP a 2.400 RPM. Con el primero se logran 34 nudos de máxima y 28 nudos en crucero, mientras que, con el segundo puede alcanzar los 39 nudos de máxima y mantener tranquilamente 30  en crucero.

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