Durante la pandemia las mascotas se convirtieron -como nunca- en nuestros aliados incondicionales y cada vez nos cuesta más separarnos de ellos después de haber compartido tantos meses juntos. Ahora, cuando llega el momento de pensar en las vacaciones, se hace difícil dejarlas y terminamos decidiendo que nos acompañen en el viaje. Pero a la hora de volar con perros o gatos, ya sea por necesidad o para vivir experiencias inolvidables en su compañía, aunque sea un hecho cada vez más común, conlleva sus detalles que hay que tener en cuenta. Aquí, para que este acompañante de cuatro patas pueda seguirlos sin dificultades, compartimos algunos consejos destinados a planificar el viaje y evitar sorpresas o hasta algún problema:
- Visita al veterinario: antes de planificar el viaje, es fundamental llevar a la mascota a la consulta para que el especialista determine si está apta para volar en avión. Algunas aerolíneas inclusive solicitan un certificado de buena salud que indique justamente que puede realizar el viaje. Chequear además la validez del apto, previo a la fecha de embarque, en el país de destino.
- Contactarse con la aerolínea: los requisitos para volar varían según cada empresa, por eso es extremadamente importante consultar cuáles son, para no llevarse ninguna sorpresa. Algunos aspectos importantes para considerar son: el peso, la reserva con antelación al vuelo, el contenedor de traslado seguro y ventilado (sugerimos revisar medidas), entre otros.
- Revisar los requisitos del país de destino: según las exigencias de cada nación, hace falta un Certificado Veterinario Internacional (CVI) emitido por Senasa. La vigencia de este documento varía según el destino, por ejemplo, en el caso del MERCOSUR es de 60 días. Por otro lado, la edad del animal también es importante; algunos países como España exigen un mínimo de tres meses para poder ingresar. En el siguiente link, podrás filtrar las exigencias de cada país.
- Reunir la documentación necesaria: lo principal es contar con ese Certificado y uno de salud emitido por un veterinario matriculado. El CVI puede autogestionarse a través de la web de Senasa o en sus oficinas de manera presencial. También es importante tener a mano los certificados de vacunación más recientes.
- Preparar a la mascota para el viaje: conviene consultar con la aerolínea qué tipo de transportadores se puede llevar para elegir uno que se adapte a sus necesidades, para que esté cómoda y no le falte espacio. También se recomienda no darle comida ni bebida por lo menos 2 horas antes de volar. Es importante llevar un pretal o arnés y una manta para que no le afecten los cambios de temperatura. Para hacer una lista de elementos a llevar conviene pedirle asesoramiento al veterinario.
Con todos estos consejos en mente, seguramente se podrá disfrutar del viaje con su compañía sin inconvenientes.
Fuente: Smiles Argentina
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