La ciudad de Paraná está ubicada al oeste de la provincia de Entre Ríos, sobre la margen izquierda del río Paraná, del que toma su nombre y que significa “Pariente del mar”.
Famosa por su paisaje natural y numerosas obras arquitectónicas y escultóricas, la capital provincial se formó espontáneamente en el siglo XVII. Nació como “el pago de la otra Banda” o “Baxada del Paraná”, levantándose con el mismo ímpetu con que emergen las barrancas sobre el cauce hídrico, uno de los más importantes de América, que la contiene sirviéndole de marco y constituyéndose en uno de los principales atractivos.
Actividades acuáticas
El río Paraná favorece el desarrollo de innumerables actividades que lo posicionan como protagonista. Los paseos son obligados para locales y visitantes, más si son ilustrados con historias y anécdotas de la zona, mientras se disfruta del paisaje de las barrancas, la ciudad y las islas.
Las propuestas de navegación son variadas y de amplia oferta. Se encuentra además entre sus bellezas naturales el Islote Municipal Curupí, una de las tantas islas que forma el Paraná. Declarado Área Natural Protegida, se encuentra ubicado frente a la costanera de la ciudad y se accede a través de embarcaciones autorizadas especialmente. Los rincones habituales que rodean a la ciudad principal brindan el escenario ideal para descubrir el medio ambiente y disfrutar de la aventura. Las opciones para los más osados son pesca deportiva, stand up paddle, kayakismo, wakeboard y kitesurf.
Ascendencia alemana
“El Paraná y sus Aldeas” alberga ciudades colmadas de riqueza cultural, arquitectónica y espacios rurales que ofrecen amplias propuestas para disfrutar. La región está conformada por la capital provincial, Oro Verde, Colonia Ensayo, Aldea Brasilera, Aldea Salto, Aldea Grapschental, Aldea Spatzenkutter, Aldea San Francisco, Pueblo General Alvear, Valle María, Aldea Protestante, Libertador San Martín, Diamante y Crespo. Este conjunto de ascendencia de alemanes del Volga alberga y promueve su lengua, vestimenta y música creando una cultura diversa que, sumada a la criolla, brindan un sentido de permanencia y devoción hacia los ancestros que fueron moldeando el valor de las costumbres de la actualidad.
También son los puntos ideales para disfrutar de una diversa oferta gastronómica, que se destaca por su calidad y variedad. Sin lugar a dudas se distinguen los platos elaborados en base a pescado de río, aunque la oferta citadina incluye diversos tipos de restaurantes, parrillas, pizzerías y bares.
Por otro lado, la vitivinicultura entrerriana fue una actividad pujante desde fines del siglo XIX. Para 1907, la provincia alcanzaba el cuarto lugar en el censo nacional de viñedos, con más de 30 bodegas, y 5 mil hectáreas cultivadas a lo largo de los ríos Paraná y Uruguay. Con la prohibición, en 1934, del desarrollo de las vides en otra provincia que no fuera Mendoza se abandonó el cultivo hasta que se la derogó en 1993. Actualmente se pueden recorrer más de siete bodegas en los alrededores de la ciudad de Paraná.
También termas
El complejo Termas de María Grande se encuentra en un predio de 47 hectáreas a tan sólo 60 minutos de la capital de Paraná. Las aguas saladas tienen excelentes propiedades terapéuticas y están rodeadas de un espacioso verde con confortables cabañas, excelente gastronomía y una dedicada y personalizada atención, conformando una combinación ideal para el relax y el descanso.
Más info en: www.paranaturismo.com.ar
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