El recurso de cobrar un impuesto al alojamiento turístico, por lo general para reinvertirlo en promoción o mejoras del destino, ya es conocido y se aplica tanto en nuestro país como en todo el mundo. Tal es el caso de Barcelona, una ciudad que los argentinos aman. Allí se debe abonar una tasa diaria de 3,25 euros por noche de alojamiento. Sin embargo, a partir de octubre, los turistas que se alojen en la Ciudad Condal deberán agregar 4 euros por día a la tarifa hotelera.
Se estima que este incremento de la tarifa les permitirá recaudar 20.000.000 de euros más al año. No obstante, y pese a que Barcelona ya alcanzaría el máximo legal que permite la normativa de la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento ha expresado la necesidad de ir más allá y ha planteado pedir un incremento del tope legal que limita el recargo municipal. Según el anuncio del
Ayuntamiento, el próximo 1 de octubre entrará en vigor el recargo turístico municipal de 4 euros, el máximo legal permitido por la normativa, que se aplicará a todo el que se aloje en la ciudad y en todas las categorías de establecimientos turísticos. Por tanto, esta tasa aumentará 0,75 euros ya que la impuesta actualmente. Esta medida se enmarca en la estrategia municipal de gestión del turismo y tiene como objetivo contribuir a financiar los servicios públicos de la ciudad que noten la presión de la actividad turística. De esta manera la actividad se convertiría en el tercer ingreso más importante para las arcas municipales.
Este incremento de la recaudación servirá para incrementar el retorno social del turismo y financiar servicios ordinarios de la ciudad, como la limpieza, la seguridad, el alumbrado público o el transporte, dado que los visitantes hacen un uso intensivo de algunos de ellos. También contribuirán a financiar el Plan de Espacios de Gran Afluencia (EGA), para gestionar aquellas zonas con mayor ocupación o saturación de personas, y contribuir a mejorar la convivencia entre vecindario y visitantes con medidas como el incremento del número de agentes cívicos, la mejora del espacio público, la gestión de los flujos de turistas, o favoreciendo una dinamización del comercio local en esas áreas. Parte de esta recaudación irá destinada a proyectos que fomenten la atracción y celebración de ferias y congresos que ayuden a diversificar la economía de la ciudad, aporten valor a la economía de la ciudad y favorezcan su dinamismo.
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