¿Te acordás del día de octubre en que te congelaste? Ese día que hacía la misma temperatura en la Mesopotamia que en El Calafate. Bueno, ese día estaba pescando
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en las cercanías de los Esteros del Iberá, en la reinauguración del lodge Capitá Miní, que vuelve a abrir sus puertas luego de unos años y para su primera nota eligió a revista Weekend.
Con semejante invierno atrasado (menos de diez grados de máxima en Corrientes, con cielo totalmente encapotado y algo de garúa, más fuerte viento del sudeste) las perspectivas de pesca para iniciar la temporada no eran buenas. Pero de todos modos
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queríamos vivir la experiencia para contar que, si así se pesca con malas condiciones, cuando este artículo se encuentre en los kioscos el pique mejorará significativamente e irá en ascenso para mantenerse bien durante toda la época cálida.
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El guardaparques Carlos Palombella me comentaba, mientras yo pescaba algunas tarariras en el canal de la posada, que, por las características del agua del río Corriente superior y los Esteros del Iberá, tarda mucho más en calentarse y mucho más en enfriarse que el agua de su colector, el río Paraná. Eso genera en este ecosistema una veda natural que hace que no sea necesaria una veda legal. Y esta es la gran noticia: en este pesquero sito en el Parque y Reserva Provincial Esteros del Iberá no hay veda. Se puede intentar pescar todo el año, que solito, el dorado, la principal estrella, deja de comer cuando el agua se enfría.
Estado del camino
Como entre el río y la tierra firme median amplios esteros, el lodge cuenta con un canal angosto por donde salen las lanchas en cualquier condición de altura del agua. También es ventajoso el arribo por vehículo, ya que desde Mercedes, Corrientes, se recorren solo 50 km, 20 de ellos por un mejorado que sale a la altura de Yofre hacia el norte. Solo hay 600 m blandos con lluvia, pero le pedimos al intendente desde estas líneas que lo haga
afirmar, también en función de los chicos de la escuela del paraje Capitá Miní que quieren visitar el Centro de Interpretación que se encuentra en un terreno cedido en comodato dentro del lodge a Parques Nacionales.
El primer día salimos a pescar bien tarde porque era imposible soportar el viento y el frío. Mientras esperaba me puse a tirar en el canal con unos soft plastic con cuchara giratoria trayéndolos lentamente por el fondo. Segundo lanzamiento y primer pez de la jornada. Una tararira de poco más de un kilo que no luchó mucho, quizá aún remolona por el frío. Dos o tres tiros después, un nuevo pique.
Como solo íbamos a hacer unos lanzamientos cercanos para buscar los primeros dorados con la intención de volver pasado el mediodía para almorzar y protegernos del frío, dudé si quedarme un rato pescando más tarariras, porque pintaba para muy bueno.
Nota publicada en la edición 518 de Weekend, noviembre de 2015. Si querés adquirir el ejemplar, pedíselo a tu canillita o llamá al Tel.: (011) 5985-4224. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.
06 de noviembre de 2015
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