Hace tiempo, las primeras noticias que se tuvo de la pesca en el dique Cascallares fueron cuando un intendente de Moreno planificó y llevó a la práctica la siembra de alevinos de pejerrey con muy buen resultado. Su población creció notablemente, pero fueron muchos los que posteriormente hicieron de las suyas con las redes. El pescador deportivo de la zona igual alcanzaba a realizar interesantes faenas: si bien con ejemplares de menor porte, alrededor de 20 a 25 cm, bien valía la pena. Con el tiempo el lugar se fue poblando y la zona no fue lo segura que uno podría pretender, quedando prácticamente en el olvido para muchos.
En la actualidad se ha revalorizado el ámbito, se lo ve más cuidado y los fines de semana las familias se acercan para pasar un día pleno de naturaleza, ya que cuenta con una reserva muy valiosa de avifauna. Con respecto a la pesca, este invierno hemos visto la captura de pejerreyes que se obtuvieron exclusivamente desde el puente, único lugar habilitado para practicar los lances. En estos días se mantiene la pesca y está centrada en especies como bagres, pequeñas tarariras y forrajeras.

El dique Cascallares es una represa auxiliar de la de Roggero, en Moreno, Provincia de Buenos Aires. Su construcción se realizó para regular el cauce del río Reconquista. La represa Roggero fue inaugurada en 1972 con el objetivo de frenar las crecidas que inundaban la zona de Paso del Rey. Formó el lago San Francisco, un espejo de agua artificial de 450 ha que es compartido por los municipios de Moreno, Merlo, Marcos Paz y General Rodríguez. Desde la naciente del río en la represa y hasta el dique, las aguas del Reconquista presentan el menor grado de contaminación de todo su cauce. Esto permite la existencia de una limitada variedad de peces y, si bien la pesca es mínima, los fines de semana se puede ver a un grupo numeroso de pescadores en la ribera del río. Para conocer el área protegida y el embalse, se puede llegar en bicicleta, auto, moto o a pie. Se recomienda ir hasta el sitio conocido como Puente Cascallares y luego seguir el cauce del río hasta llegar al dique. Vale la pena destacar que no se permite el acceso al espejo de agua ni realizar actividades acuáticas.
Una propuesta distinta, pero si vive en la zona Oeste del Conurbano, bien vale la visita.
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