En este momento del mundo en que los adolescentes son ametrallados con todo tipo de información, especialmente a través de las redes sociales, que ellos manejan con maestría, fue un privilegio enorme tener la oportunidad de brindar una clínica especializada sobre pesca deportiva con adolescentes de las escuelas secundarias EES 2 y EES 7, del partido de General Rodríguez, en el oeste del Gran Buenos Aires, poco antes de Luján.
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Gran convocatoria
María Fabiana David, directora de Gestión Escolar de la Secretaría de Educación, Cultura, Deporte y Turismo de dicho partido, organizó todo a la perfección para que revista Weekend junto a Lotería de la Provincia de Buenos Aires pudieran exponer acerca de esta pasión en el polideportivo Juan A. Avila. Muy temprano estuvimos en este gran complejo para recibir a los chicos del grupo matutino, con quienes disfrutamos hasta poco antes del mediodía. A las 13:30 se inició el turno del grupo vespertino con adolescentes de otros cursos.
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A través de fotografías y videos presentamos lo que considero que es básico para empezar a pescar, ya que la gran mayoría de mujeres y varones de quince a dieciocho años jamás habían tocado una caña. Muy pocos habían pescado y manejaban el lenguaje típico de este pasatiempo. Algunos acompañaban a familiares, pero solo para disfrutar el día, estar en el río o comerse un asado.
Lenguaje especializado
Al principio definimos qué es un pescador, ya que la sociedad nos muestra varios tipos y, luego, nos adentramos en lo que es crucial para ingresar a este mundo: el triángulo de la pesca. Aprovechando esta figura nos colocamos en el centro e ingresamos por cada uno de sus tres vértices hablando de qué podemos pescar, dónde y cómo. De esta forma les presentamos los diez principales peces de Argentina y Sudamérica, como el dorado, el pejerrey y la corvina; los distintos escenarios físicos donde encontrarlos, como lagunas, ríos y el mar; y las diversas estrategias y herramientas con que obtenerlos, desde la pesca con mosca hasta la pesca con carnada de costa.
Para distendernos un poco miramos algunos bloopers de pesca en internet, deseándoles que no sean futuros protagonistas. Llamó la atención el interés de algunas chicas por la pesca y varias buenas preguntas que levantaron varones y mujeres, como: ¿comés todo lo que pescás?, ¿cómo le sacás el anzuelo a un tiburón sin matarlo?, ¿hay una caña básica que podés usar para todas las pescas?
Aprender jugando
Hubo tiempo para desayunar y merendar, para preguntas y respuestas, y para sortear cañas y reeles que gentilmente Tech Tackle nos cedió. En el parque conversamos acerca del armado del equipo y los lanzamientos básicos. Tuvieron las cañas en las manos y giraron las manivelas de los reeles, para sentir un poco eso que a los fanáticos tanto nos gusta. Algunos desempeñaron el papel de pez, por un rato, para ayudarnos a ver cómo calibrar el freno de salida de línea del reel y cómo pelear una presa. Notamos mucho interés, en general, con, obviamente, algunos adolescentes dispersos, pero muchos bien concentrados, ignorando el celular que tenían en la mano e interactuando frente a determinadas consultas.
La intención fue sembrar una semilla que, espero, fructifique en alguno de los, aproximadamente, ochenta chicos que concurrieron de manera gratuita. Cuando los medios nos muestran que son comunes los episodios de violencia física y discriminación entre gente de esta edad escolar, este entretenimiento puede convertirse en lo que he llamado, en otras ocasiones, “una pesca sanadora”.
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