A 50 kilómetros de Bahía Blanca se encuentra el acceso a un pesquero que está de moda en este momento para los aficionados de la zona sur. En el km 734 de la ruta Nacional 3, encontraremos el acceso que, tras 15 km aproximados, nos deposita en el pesquero principal, desde donde se desparraman un infinito de caminos y riachos con muchos cangrejales y salitrales, que con lluvia se hace imposible entrar o salir.
Uno de los que visitó este destino fue nuestro referente en la zona de Viedma, Cristian Navarro, quien llegó a Cabeza de Buey alrededor de las 17 hs junto a su amigo Juan Ramón Speciale. Lo hicieron con marea baja, ideal para juntar cangrejos, la carnada predilecta para la especie que fueron a buscar: las ansiadas corvinas negras.
Ya con media marea fueron realizando los primeros lances, y mientras esperaban los primeros piques aprovecharon para ir prendiendo el fuego para el infaltable asado. Cada media hora se cambiaba la carnada, buscando mantener los cebos bien frescos. Alrededor de la una de la madrugada, sonó la esperada chicharra con el pique de la primera. Una pelea inolvidable que permitió que Navarro concretara la captura, ejemplar que generó el festejo y la alegría tras tres visitas previas en las que no obtuvieron resultados positivos.
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No tardó mucho en picar la segunda, y así se fueron dando varias capturas hasta las 3 de la mañana, momento en el que contabilizaron 5 piezas. En ese momento, la lluvia llegó, se largó el chaparrón y conociendo las complicaciones del lugar tuvieron que abandonar la pesca. Mucho tuvo que ver en el éxito de esta salida la presencia de un conocedor de los lugares, Marcelo Villagrán, un pescador con muchas corvinas encima.
Desconocido por muchos, Cabeza de Buey es fija para los pescadores de la zona, no solo por las negras que están en plena temporada sino también por la buena variada que se da en la zona, con mucho pejerrey, pescadillas y bagres, en un pesquero que paga, pero que nos obliga a estar muy atentos al clima y a las mareas, situaciones preponderantes para no pasar un mal rato.
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