Las intesas lluvias de septiembre cambiaron rotundamente el cauce del río Salado, hogar de hermosos ejemplares de lisas. Estos desbordes le sumaron una pizca más de intriga a un pez que es enigmático en su pique por naturaleza.
Mar del Plata: los gallos vienen marchando
Siguiendo algunas claves, se las puede conseguir con cierta facilidad, tomando en cuenta qué están buscando comer. Es cuestión de observar con atención, y tratar de notar su presencia, sin que ellas nos vean.
Nota completa en la edición 482 de Weekend, noviembre de 2012. Si querés suscribirte a la revista y recibirla en tu domicilio, clickeá aquí.
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