Al principio, un agujero provocado por el impacto de una piedra puede
parecer insignificante. Sin embargo, esta pequeña rotura puede
transformarse rápidamente en una grieta más grande y ser un peligro
para la seguridad. Por lo tanto, el daño, por más pequeño sea, debe repararse
inmediatamente e incluso, en ciertos casos, es necesario reemplazar el
parabrisas.
Si el agujero que causó el impacto limita la visual del conductor o
mide más de cinco milímetros, se deberá cambiar todo el parabrisas.
Las grietas en el parabrisas del coche pueden ser un peligro para la
seguridad.
Una rajadura no debe medir más de cinco centímetros y no tiene que
estar en los bordes, que es la zona más sensible del parabrisas. Cuando el daño es pequeño y no está a la altura de la visión del conductor, la rotura puede repararse con resina.
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