Cuando se trata de criaturas pequeñas como los insectos, no solemos darle importancia a su capacidad cerebral. Pensamos que la mayoría de ellos viven y actúan por instinto.
Pero recientes estudios sobre los insoportables mosquitos demostraron que debemos reconsiderar sus capacidades. Una cosa que se sabía, aunque todavía sin una explicación clara, es que no pican al azar sino que tienen claras preferencias por ciertas personas. Ahora investigadores de la Universidad de Washington descubrieron que también pueden aprender a no acercarse a las personas que intentaron golpearlos antes. El estudio mostró que los mosquitos pueden aprender a asociar el olor particular de personas con un choque mecánico desagradable, similar al de ser aplastado, lo que los lleva después a evitarlo.
El investigador Jeff Riffeli, profesor de biología en la Universidad de Washington y autor principal del estudio, indicó: “Una vez que los mosquitos aprendieron los olores de una manera aversiva, les causan respuestas similares a las observadas al DEET, que es uno de los repelentes de mosquitos más efectivos”. Este podría ser el primer paso en el desarrollo de herramientas más efectivas para el control de estos molestos insectos.
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