Un equipo de científicos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Shizouka, Japón, está desarrollando un proyecto que promete ser por demás revolucionario: la construcción un ascensor espacial que podría llegar a una altura de hasta 400 kilómetros, alcanzando, de esa manera, nada menos que la órbita de la Estación Espacial Internacional (EEI).
Según adelantaron los especialistas a cargo de este plan que parece de ciencia ficción, la idea es que este ascensor de última generación -cuya construcción demandará un presupuesto estimado de 100.000 millones de dólares-, sea una alternativa mucho más segura y económica frente al alto costo de los cohetes espaciales, al tiempo que busca reducir los riesgos tanto en el despegue como en el aterrizaje.
El objetivo principal es tener una versión funcional del ascensor para el año 2050 ya que su construcción requiere resolver desafíos de ingeniería sin precedentes, como la selección de materiales ultrarresistentes, la estabilidad de la estructura y la prevención de colisiones con los satélites y con la basura espacial.
Ascensor espacial: una nave de ciencia ficción
Si bien puede transportar hasta un máximo de 30 personas dentro de una cápsula que se desplazará por cables, o sea, de la misma manera que lo hace un elevador convencional, la duración del viaje se reducirá considerablemente, ya que, según estiman sus desarrolladores, podrá desplazarse a una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora, permitiendo de esa manera poder recorrer la distancia total en muy pocas horas,
Además de los beneficios de costo y seguridad, el proyecto también promete ser un paso más que importante respecto a la democratización del acceso al espacio, ya que, al reducir drásticamente los costos de los lanzamientos y el transporte, el ascensor facilitará tanto la investigación científica como, así también, la expansión de todas las actividades humanas más allá de la Tierra.
Aunque todavía está en fase de estudio, cuando vea la luz el ascensor espacial de Japón se convertirá en el primero del mundo, lo que sin duda alguna lo convertirá en uno de los mayores avances tecnológicos del siglo XXI. "Si los desafíos son superados, este sistema transformará la exploración espacial, marcando el inicio de una nueva era en la relación de la humanidad con el cosmos", concluyeron los especialistas.
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