María Shovkuta es una chacarera ucraniana de 87 años, junto a su esposo cultivaron la tierra de Opálchichi durante la mayor parte de su vida. Recuerda como si fuese ayer aquel 26 de abril de 1986, día en el que sonaron las alarmas y el aire empezó a quemar. "Llegaron los colectivos, cargados de soldados con medidores de radiación", días más tarde viajaban a pueblos remotos, lejos de los 30 kilómetros establecidos como zona de exclusión.
"A la siguiente primavera estaba cosechando mis huertos, volví cuando pude", expresó la mujer, contando que para 1987 estaba de nuevo en su Opálchichi natal otra vez. Motivo de investigación de distintos institutos moleculares tanto ucranianos como rusos, la anciana goza de perfecta salud, aunque recalca que observó criaturas y animales que parecen "salidos de un cuento terror".
A continuación el testimonio de la mujer, cortesía de Agencia EFE
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