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ARMAS | 05-10-2017 08:27

Claves para elegir el largo del cañón

Cuáles son los parámetros a tener en cuenta a la hora de decidir el largo más apropiado del cañón de una escopeta para caza y tiro deportivo.

El cañón es sin lugar a dudas una de las partes más importantes del arma, y de la calidad de su fabricación depende el tiro. En esta ocasión nos referiremos sólo a su largo. Y aquí es necesario distinguir con claridad entre alcance efectivo y alcance máximo, ya que se trata de una diferencia sumamente significativa. El largo del cañón no sólo es vital por los resultados que se quieren obtener, sino también por la seguridad, un tema siempre prioritario.

>Pólvoras modernas. Antiguamente existía la creencia de que las escopetas con más longitud de cañones llegaban mas lejos. Y es verdad, al menos dentro de ciertos límites, porque actualmente la afirmación se ha tornado relativa debido a la calidad de las pólvoras, que ayudan a mejorar distancias y apertura de la rosa. Por regla general, las escopetas de tiro y caza son de 66, 71 y 75 cm de cañón, fabricándose para disciplinas como skeep, hélice, fosa olímpica, etc.

>Muy semejantes. Como ya dijimos, hoy la calidad y variedad de pólvoras, tacos, fulminantes y perdigones que componen la carga de los cartuchos permiten que tanto los cañones largos (76 cm) como los más cortos (66 cm) tengan comportamientos balísticos muy parecidos. Esto determinará que el plomeo llegue más o menos concentrado a cierta distancia, y que tengamos casi la misma penetración, por lo tanto los cañones más largos (75 cm) que se usaban antiguamente, hoy ya no son necesarios para la mayoría de las modalidades de caza y tiro. La ventaja del cañón más corto es que el arma resulta más manejable y ligera. Para cazar especialmente en zonas de arboleda o hacer skeet, cañones con 66 y 68 cm y chokes abiertos son los ideales. El cañón más corto facilita el swing necesario para esta disciplina, que tiene ocho puestos en los que el tirador debe variar de disparo a platos dobles, en su mayoría cruzados.

>Hélice y foso. Si cazamos a campo abierto (hélice) lo haremos con cañones de 71 cm. En esta disciplina hay sólo un puesto de tiro. La salida de la hélice es aleatoria de cualquiera de las cinco máquinas y de cada una parte en cualquier dirección, con lo cual el largo del caño permite un buen swing, combinado con un alcance mayor. Para competiciones de foso olímpico, el cañón de 73-75 cm de longitud es el ideal. La disciplina tiene cinco puestos y de cada uno sale un sólo plato a la derecha, izquierda o centro, en una secuencia en la que terminada la vuelta de 25 platos cada tirador ejecutó los disparos a los mismos platos, por lo que el empleo de cañones más largos es ciertamente lógico. Por motivos técnicos, el swing es más mecánico y el plato se aleja a mayor distancia.

>Manejabilidad. Actualmente en la mayoría de estas modalidades de tiro se compite con cartuchos cargados con 24 a 32 gramos de plomo, según la disciplina, aunque aún hoy los productores más prestigiosos de armas siguen fabricando escopetas con cañones de todas estas longitudes. Pienso que la escopeta de competición deberá ser la apropiada en función de las características físicas de cada persona. Así, posiblemente una escopeta con 76 cm de cañón no resulte la más adecuada para una persona que mida 1,60 m, pues quizá le costará más trabajo tanto hacer el swing como disparar con más rapidez sobre el objetivo deseado. Por lo tanto, a la hora de elegir una escopeta debe primar la manejabilidad que ofrece una con cañones normales antes que dejarse seducir por las supuestas ventajas de cañones más largos.

Nota completa publicada en revista Weekend 541, octubre 2017.

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Horacio Gallo

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