Thursday 28 de March de 2024
ARMAS | 11-12-2012 13:07

El .308 Winchester, calibre exquisito

Bien utilizado, este calibre de origen militar, suele sorprender por sus capacidades. La polémica entre sus seguidores y los que dicen que no sirve. Galería de imágenes.
Ver galería de imágenes

El uso en la caza del cartucho .308 Winchester surgió luego de su implantación de manera positiva en el terreno militar, un pasaje quizá sólo comparable con los .223 y .30-06, que cuajaron bien en el ámbito del tiro y la caza luego de nacer en la vida militar.

Gracias a marcas como Remington y Winchester, por citar algunas conocidas, el .308 Winchester empezó a ofertarse en el mercado comercial con una gran variedad de tipos de proyectil y pesos de punta (siempre rondando entre los 150, 165 y 180 grains) y con versiones PSP (Pointed Soft Point) y RNSP (Round Nose Soft Point), es decir puntiaguda punta blanda y redonda punta blanda.

El empleo adecuado

El .308 Winchester es un gran cartucho para la caza mayor, pero debe usarse a conciencia, con las piezas indicadas y del modo correcto. Hay quienes lo defenestran porque en ocasiones no fue capaz con ciertas piezas de la talla de un colorado o un padrillo. Pero hay que ver cómo sucedió la cacería, pues a veces la culpa es más de quien aprieta el gatillo que del arma, cartucho o mira.

En primer lugar vale aclarar que si buscamos un todo terreno –no creo en los calibres y armas ideales para todo–, el .308 Winchester es óptimo para quien practique la caza mayor y el tiro intensivo. Los motivos: facilidad de encontrar todo tipo de munición (incluyendo las militares económicas para prácticas) y gran variedad de versiones deportivas para caza.

En situaciones de caza límites (tiros a gran distancia, entre malezas o usándolo con animales de importante talla y fortaleza, como grandes padrillos o colorados), los disparos deberán ser bien ubicados y con puntas adecuadas. No admite muchos errores en cuanto tiros mal pegados, a diferencia de otros más permisivos, como los calibres más grandes o de la familia de los magnum, que a veces corrigen por potencia nuestros patéticos disparos mal apuntados, generalmente por apresuramiento.

Especies y distancias

Aunque en Argentina este calibre haya cazado de todo junto al 7,65x54 mm Máuser con puntas de 143 grains FMJ (Full Metal Jacket) militares o blindadas, por su penetración excesiva no resulta recomendable, por ejemplo, para cazar antílopes y ciervos de mediana talla como el dama y axis.

Pero es un calibre más que suficiente, y con puntas agudas cola de bote de 150 o 165 grains del tipo nariz desnuda de plomo o Ballistic Tip resulta contundente. Y en la caza de jabalíes al acecho no es mala idea usar puntas de 180 grains, en lo posible del tipo Round Nose o punta redonda.

Tener en cuenta que en estos disparos cortos y medios (entre 40 y 80 m) no importa el coeficiente balístico, pero sí la transmisión de energía al blanco. Para mayor distancia (100 a 200 m) sería ideal disparar puntas de 165 grains. O de 180 grains y perfil ojival agudo, que en teoría lograría una trayectoria más tensa. Pero hay que ser realistas y reconocer que con este calibre es contraproducente hacer tiros de caza muy largos, por más que en el rango militar sea eficaz sobrepasar los 300 m.

Y aquí empiezan las limitaciones para este calibre. Si la caza se hace en terrenos como los de nuestro sur, con los ciervos colorados, donde se necesitan disparos largos, entonces deberemos recurrir a otras recetas que permitan enfrentar al ciervo con puntas calibre .30 (como las usadas en el NATO), pero con mayor velocidad y trayectoria para que a más distancia (el doble que usando el .308 Winchester) el mismo proyectil transmita idéntica energía que el mencionado a 100 metros. Un buen ejemplo para estos menesteres es el .300 Winchester Magnum.

Quien haga la brama con este calibre en La Pampa, donde los recechos son diferentes a los del sur y el tiro –por regla general– se hace en el monte o, a lo sumo en algún limpio, comprobará que cumple bien su cometido. Hay que afinar la puntería, relajar el pulso y no precipitarse para no cometer errores.

En sitios donde el tiro –como máximo y último recurso– lo debamos hacer a 150 m, un deportista con pericia podrá meter un buen disparo en zonas vitales, dando por tierra tranquilamente al trofeo. Lo ideal sería cargar con puntas de 165 grains Ballistic Tip o de 180 grains Pointed Soft Point, dejando las Round Nose de 180 grains para monte cerrado. En el mercado se consiguen muy buenos cartuchos comerciales que montan puntas de expansión controlada.

Y quien desee recargar estará en su salsa: hay muchas variedad de insumos para este calibre. Todas cualidades que lo han transformado en uno de los más usados a nivel profesional por sus grandes prestaciones.

Lo mismo que sucedió con los cartuchos comerciales pasó con las armas. Se empezaron a ofertar en un gran número de variantes, entre las más destacadas de acción a cerrojo, aunque es un calibre que se adecuó a los ejemplares de corredera y semiautomáticos sin problemas, y en raras ocasiones en acciones palanqueras como el M-88 de Winchester, o los discontinuados Savage, sin olvidar los económicos rifles de tiro a tiro como el Rossi, Harrington & y Richardson, Spartan Baikal, etc.

En nuestro país fueron y son muchas las acciones 1891 y 1909 transformadas a este calibre con el simple cambio de cañón, en lo que se refiere a reformas principales. La ventaja de este cartucho es que resulta muy compacto para sus prestaciones. Permite ser usado en acciones de corto recorrido de accionamiento, a no ser que se adapte a acciones Máuser que disparan una vaina de 53 mm en contra de los 51 mm del NATO, aunque hay que comparar realmente el cartucho entero en esas acciones largas aptas hasta para el 57 mm original del cartucho alemán reglamentario. Esto hace que debamos hacer un recorrido del cerrojo más largo para un cartucho más corto, pero no podemos considerarlo un problema.

Comentario final

Los debates entre los cazadores siguen en pie: ¿sirve o no sirve para la caza mayor?, ¿es apto para robustos padrillos y grandes ciervos?, ¿conviene como fusil único o debo complementar con otros calibres? Las respuesta para estas incógnitas, lamentablemente, pueden ser útiles para algunos y no tanto para otros. Todo pasa por el uso en la caza que le daremos al calibre. La relación precio/prestaciones para cuando hagamos mucho uso en prácticas de tiro, es una cuestión a tener en cuenta. Como calibre único, desde hace años son muchos los que se inclinan por el .30-06 Springfield, que hace muy bien las cosas en todos los supuestos cinegéticos de la Argentina.

El .308 Winchester se puede quedar corto en potencia para tiros largos. Pero para el resto de las situaciones de cacería, usando buena munición y afinando la puntería, el .308 Winchester hace lo que otros de mayor calibre pueden lograr. Si puede disponer de un fusil para tirar mucho y barato, y uno más potente para la caza, mejor aún. Pero si cuenta con uno en este calibre o está por comprarlo, no se desanime: es un gran cartucho con munición de todo tipo, disponible siempre y a menor valor que las estándar no militares de caza y, por supuesto, que los calibres magnum.

Nota publicada en la edición 483 de Weekend, diciembre de 2012. Si querés adquirir el ejemplar, llamá al Tel.: (011) 4341-8900. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.

También te puede interesar

Galería de imágenes

En esta Nota

Marcelo Ferro

Marcelo Ferro

Comentarios

También te puede interesar

Más en
Mirá todos los autores de Weekend