Pescados muertos en cestos de basura, el reflejo de la obligación de sacrificarlos

La pesca de bagre europeo (Silurus glanis) ha despertado comentarios y divide a la población. La decisión de sacrificar todos aquellos que se capturen en aguas españolas, por su origen como especie invasora, desató una discusión entre los pescadores de río y embalse, los que han crecido tanto como el tamaño de alguno de los peces, que llegan a superar los 2,5 metros de longitud.

Desde la federación de pescadores informaron que lo más conveniente es depositar el cuerpo sin vida de este pez en un contenedor de materia orgánica, pero adquirió notoriedad pública la imagen de un ejemplar, en un cesto callejero, una papelera que se encuentra a solo 200 metros del río Ebro, junto a un estacionamiento público. Seguramente, quien capturó al pez, lo dejó en el primer punto de basura que encontró al abandonar el río.

El que protagoniza esta noticia no es tan grande, pero sí que se trata de un ejemplar destacable que no han conseguido meter entero en una papelera callejera de Logroño. Desde la Federación Riojana de Pesca consideran el acto una irresponsabilidad, y fue cometido el pasado sábado 11 en un punto de basura ciudadano cerca del Centro Comercial Berceo, a la vista de miles de personas que pasan por allí a diario, según indicó el portal Club Caza.

“Una pésima imagen que no corresponde para nada a lo que se fomenta como pesca deportiva: respeto al entorno, a las especies y enseñar a los más jóvenes la importancia de estar en un río o en un embalse en estos tiempos difíciles… Esta especie alóctona tiene un gran impacto en los ecosistemas de agua dulce donde habita y se debe cumplir la ley, pero no de la forma aberrante, de mal gusto y que para nada corresponde o representa al gran colectivo de pescadores… Una pena porque la puñetera foto va a dar que hablar”.

Erradicación del siluro

Desde la Administración se inició la guerra al siluro por tratarse de un peligroso y voraz depredador de cualquier forma de vida de los ríos y pantanos españoles, y que come todo lo que cabe en su enorme boca. Desde perros a aves como las palomas, incluso se ha encontrado una pata de ciervo en el estómago de uno de estos bagres.