Rusia acaba de dar otro gran paso hacia su gran sueño por conquistar el espacio al revelar públicamente cómo será Ross, su próxima estación espacial, durante una exposición militar-industrial que se llevó a cabo en las afueras de Moscú.
Según informó la Corporación Espacial Estatal Roscosmos a través de un comunicado de prensa, el objetivo es lanzarla en dos fases. Así, mientras la primera fase vería a Roscosmos crear una estación espacial de cuatro módulos, -científico, nodal, base y acoplamiento-, para tripular a dos personas en 228 metros cúbicos, la segunda etapa incluiría dos módulos – espacial y de producción-, además de una plataforma de servicio para acomodar hasta un máximo de 4 tripulantes en 667 metros cúbicos.
El principal objetivo de los científicos a cargo del proyecto es que Ross se ubique en una órbita más elevada que la actual Estación Espacial Internacional (ISS), lo que le permitiría poder cubrir visualmente prácticamente todo el mundo.
“La nueva estación, tal como se concibe actualmente, brindará una vista más amplia de la Tierra para fines de monitoreo y vigilancia y no tendría una presencia humana permanente, pero contaría con personal para ser asistida dos veces al año durante períodos prolongados”, reza el comunicado.
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Si bien Roscosmos todavía no ha informado oficialmente en qué fecha entrará en funcionamiento Ross, los medios estatales rusos adelantaron que mientras el lanzamiento de la primera etapa está planificado para los años 2025 o 2026, y no más allá de 2030, el lanzamiento de la segunda y última etapa tendrá lugar entre los años 2030 y 2035.
Por otro lado, si bien la Estación Espacial Internacional (ISS) lleva más de 23 años de servicio, todavía tendrá un tiempo más de vida útil. De hecho, a principios de este año la NASA afirmó que la seguirá operando hasta finales de 2030 para, en 2031, realizar un descenso controlado sobre el Océano Pacífico y retirarla definitivamente de la actividad.
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