Los británicos, desde el 23 de marzo, sólo pueden salir a la calle por cuestiones esenciales en un aislamiento que duraría, en principio tres semanas. El pueblo se enteró luego del sorpresivo anuncio que diera Boris Johnson el lunes 23 por la noche, para tratar de frenar los contagios de coronavirus. En un mensaje televisivo a la nación el primer ministro señaló que los británicos solo podrán salir de sus hogares para comprar suministros básicos, por necesidad médica, para acudir al trabajo si no existe la opción de hacerlo desde casa y realizar una vez al día algún tipo de ejercicio básico. El resto del tiempo en casa. Pero ante esta situación, como también pasa en la Argentina, uno está en su casa pero tiene que recurrir a las redes de amigos para saber si determinado negocio está abierto o no, para no hacer una salida innecesaria.
Ante eso, la autoridad del Parque Nacional South Down, en el extremo sur de Gran Bretaña, adaptó su aplicación para crear un mapa que proporciona información sobre dónde se pueden obtener alimentos y bebidas, y dónde pueden encontrar ayuda de organizaciones de apoyo comunitario en todo el Parque, ante la cuarentena instaurada en el país en respuesta a la pandemia de COVID-19. Un ejemplo para imitar, justificado aquí por las grandes distancias pero que en las multitudinarias ciudades también es válido para evitar salidas innecesarias.
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El parque cubre 1.627 km2 a lo largo de los condados de Hampshire, Sussex, Sussex Occidental y Oriental, con característicos valles ondulados que acaban en los abruptos acantilados de Beachy Head y Seven Sisters Su longitud es de 140 km desde la histórica ciudad de Winchester en su extremo oeste, hasta Eastbourne, donde predominan los imponentes acantilados cretáceos con alturas cercanas a los 300 metros. La zona costera del parque es un importante punto de observación de aves donde conviven centenares de especies catalogadas en las listas de conservación internacionales, mientras su interior se caracteriza por la presencia de numerosas colinas formadas por los valles fluviales de los ríos Ouse, Adur y Arun. Unas 108.000 personas viven dentro de los límites del parque y a ellas es a las que trata de proteger esta medida.
De reacción lenta, en Gran Bretaña ya hay casi 42.000 infectados y un 10 % de fallecidos, pero en lo que respecta a reacciones comunitarias, le llevan la delantera a muchos.
at Patricia Daniele
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