Los automovilistas pueden usar gafas con filtros para evitar que los
reflejos del sol reduzcan la visión. Sin embargo, hay que tomar
ciertos recaudos, ya que no todos los anteojos son adecuados para esa
situación. Más que un accesorio de moda, los anteojos incrementan la
seguridad del conductor y de los demás transeúntes.
KSG (Kuratorium Gutes Sehen), una iniciativa alemana que se ocupa de
Honda Navi, una moto económica
los cuidados de la vista, recomienda elegir gafas con cristales
marrones o grises, que alteran menos los colores reales. Así las señales,
los semáforos y las luces de freno permanecen fácilmente
reconocibles.
Las gafas con filtros de color amarillo, anaranjado, verde o rojo
pueden provocar distorsiones en los colores, por ejemplo, errores en
la percepción de los semáforos. Por otro lado, la intensidad de la tonalidad de los vidrios también afecta la vista del conductor.
Los ópticos clasifican los filtros solares según su intensidad, sin
importar el color del cristal. Las lentes de sol se tipifican en
cuatro categorías: de 0 a 4. Cuanto mayor es el número, más oscuro es
el filtro y mayor es la absorción de la luz. Para la iniciativa KSG,
las de categoría 4 no son aptas para conducir, porque sólo
dejan pasar del 3 al 8 % de la luz.
De acuerdo con KGS, tampoco es adecuado para el tránsito el uso de
cristales fotocromáticos, que se adaptan a los cambios de luz. La
razón es que las ventanas del automóvil filtran la radiación
ultravioleta y, por lo tanto, puede ocurrir que este tipo de lentes no
se oscurezca automáticamente.
En tanto, para conducir con sol, los especialistas recomiendan el uso
de lentes con tintes degradados. El tono es más oscuro en la parte superior y gradualmente más claro hasta llegar a la parte inferior. Estos cristales proporcionan una protección contra los reflejos y al mismo tiempo permiten que el conductor mire el tablero. Los anteojos de sol también deben tener la graduación prescripta por
el oculista.
dpa
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