Friday 19 de April de 2024
NAUTICA | 12-05-2018 08:30

Probamos la nueva Amarinta 620

La cuddy del astillero Plasmar ofrece muy buena terminación y lo necesario para vivir a bordo durante las jornadas de navegación en otoño.
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La nueva Amarinta 620 cuddy es una interesante propuesta para navegar en otoño, gracias a su proa cerrada que la convierte en una embarcación abrigada. Se acercan los días frescos, se caen las hojas en los árboles y dominan los colores grises en el Delta, pero nada nos tiene que impedir salir a navegar en estos días frescos.

Fabricación

En esta ocasión, además de probar la embarcación en el agua, tuvimos la posibilidad de visitar el astillero ubicado en la localidad de Martínez, donde nace el producto. El moldeo de PRFV está realizado en una cámara que, desde 1981, fue aprobada por un registro naval de control de calidad internacional, como es el exigente Lloyd’s Register of Shipping, con asiento en Londres. Ella posee control de temperatura, humedad y un sistema de mezclado de resinas mecanizado, lo cual garantiza una calidad de plástico acorde a los más altos estándares internacionales.

El moldeo es totalmente manual, no utilizándose máquinas de aspersión y lográndose altas relaciones vidrio/resina, lo que garantiza la máxima resistencia a los esfuerzos mecánicos. El resto del armado también se lleva adelante de forma artesanal, cuidando cada detalle al máximo y en forma personalizada.

Como todos los modelos de lanchas que fabrica el astillero Plasmar, la 620 también tiene un sello de diseño familiar donde se nota que es el fruto de una misma cuna. Su casco en V con una geometría variable, fina cantonera y tres deflectores rectos por banda, le dan un estilo agresivo y buen confort de marcha. Rodeado por una cubierta de líneas clásicas con dos pequeños dientes longitudinales y una gran caída del arrufo en proa, para mejorar la visión del timonel a baja velocidad de planeo.

La zona de popa es bien despejada, dos plataformas de buen tamaño rodean al motor fuera de borda dispuesto sobre una especie de braket integrado al casco. El balde portamotor es de gran altura, lo que le da muy buena seguridad ante un posible oleaje de popa.

El cockpit

Una vez dentro, tenemos un diseño multifacético donde hay un gran asiento en popa que pueden sentarse hasta cuatro personas (con espacio de guarda debajo) y una combinación de asiento back to back, junto a una ergonómica butaca giratoria para el timonel. Todo esto acompañado por una bacha lavamanos detrás de la butaca del timonel y de una mesa de plástico desmontable, generando una especie de living para compartir una buena jornada de almuerzo o cena a bordo. El sector del cockpit ofrece en ambas bandas, además, buenas guanteras de guarda tapizadas y alfombra desmontable en todo su piso, que es de plástico reforzado con antideslizante debajo.

A proa accedemos por medio de un posapié plegable de inoxidable, algo inestable y no muy cómodo que podría ser mejorado. Se pasa por medio del parabrisas en su zona central y tenemos el tambucho circular de la cabina, junto a una proa con mucha caída y un guardamancebo central para poder tomarse al fondear o desembarcar, junto a una especie de escalón tipo delfinera que se ubica en proa. De esta manera no queda espacio para colchonetas ni para tomar sol, convirtiéndose en una propuesta distinta de lo tradicional con guardamancebo perimetral.

La nueva Amarinta 620 tiene una cucheta doble bajo proa, la cual puede ser en V o, por medio de un almohadón desmontable central, convertirse en una cama doble. Posee un inodoro eléctrico con descarga al exterior, el cual debería estar tapado o protegido, ya que no resulta agradable a la vista. Su altura interior de 1,25 m es adecuada para el segmento de la embarcación y le da una buena amplitud a la cabina, pero, como todas las cuddys, no son embarcaciones para pasar muchos días a bordo sino alguna que otra noche.

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En navegación

Es una lancha con un gran cockpit que invita a estar plácidamente a bordo por largos períodos de tiempo. La capota combinada con un cerramiento completo aporta un cálido lugar para estar en la lancha, aun cuando las condiciones climáticas no ayuden. El tablero de mando es de buena lectura y posición, la visión es amplia en todo momento y los instrumentos de motor están a la vista permanentemente. Además, su color oscuro le da un toque deportivo y no produce reflejos molestos en el parabrisas.

La unidad de prueba estaba equipada con motor Evinrude ETEC G1 de 135 HP HO, que se comportó en todo momento en forma muy agradable, con baja emisión de ruidos y sin vibraciones. Ofreció buenos virajes, sin sobresaltos debido a su gran diseño de fondo, y sin salpicaduras gracias a su alto puntal. La potencia instalada es la ideal para el equipo. Con una hélice original de paso 17”, obtuvimos un registro de unos 26 nudos a descansadas 3.200 RPM de motor y un consumo promedio de 12 a 13 l/h. A todo gas nos erogó un registro de 38 nudos a 5.800 RPM, nada mal para una embarcación con cabina de uso familiar.

Robusta y de buena navegación, esta Amarinta 620 cuddy se convierte en la mayor de la gama, ideal para navegar nuestro delta y pasar un fin de semana a bordo.

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Nota completa en Revista Weekend del mes Mayo 2018 (edicion 548)

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Martín D'Elía

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