Friday 19 de April de 2024
MOTOR | 25-11-2017 08:58

Una pick-up con estilo

Se trata de la chata que la marca alemana produce en conjunto con la alianza Renault-Nissan y que en 2019 se fabricará en Córdoba. La prueba mundial de manejo se realizó en las afueras de Santiago de Chile. Galería de imágenes.
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El segmento de las pick-ups medianas cada vez crece más en el mundo y en particular en la Argentina, en donde ya se producen desde hace varios años tres modelos (Toyota Hilux, Ford Ranger y VW Amarok), además de las que llegan importadas. Incluso, en los últimos tiempos, una pick-up (Hilux) encabezó durante varios meses el ranking de vehículos más vendidos en nuestro país. Así, por ventas y producción de pick-ups de una tonelada de carga, la Argentina se convirtió en un mercado masivo de este tipo de vehículos.

Dentro de este marco, tiempo atrás la alianza Renault-Nissan y la alemana Daimler (Mercedes-Benz) anunciaron un proyecto conjunto pocas veces visto: la producción en sociedad de tres modelos de pick-ups medianas basadas en una misma plataforma para cada una de las marcas. Esos modelos serán la Nissan NP300 Frontier, la Renault Alaskan y la Mercedes-Benz Clase X, que se fabricarán en distintas plantas de la alianza.

Una de esas plantas es la que Renault tiene en Santa Isabel, Córdoba, que con una inversión de U$S 600 millones está trabajando a pleno para actualizar sus líneas de producción. Claro, estas inversiones no son casualidad, las marcas estiman que este segmento crecerá en el mundo cerca del 50 % en los próximos 10 años. Entre las razones figuran el desarrollo agropecuario, la minería, el petróleo y también el cambio de paradigma en cuanto a tomar a una pick-up no sólo como un vehículo para el trabajo, sino también como recreacional con un estilo interior similar al de un sedán.

Autopartes nacionales

Otro factor que suma puntos es que en la Argentina están radicadas una buena cantidad de autopartistas especializadas en chatas medianas, lo que asegura provisión y precios a escala. Si bien en Argentina, la Mercedes Clase X comenzará a producirse recién en 2019 –primero lo hará la NP300 y luego la Alaskan, en 2018– en Europa sale a la venta este noviembre con origen en la planta que Nissan tiene en Barcelona, España.

Por esta razón, Mercedes-Benz realizó la prueba mundial de manejo para la prensa muy pocos días atrás, en Santiago de Chile, con un recorrido de unos 500 kilómetros de autopistas, rutas y off-road. Mercedes tiene experiencia en vehículos comerciales, no sólo por sus camiones y vans: recordemos el Unimog y el ícono de los todoterreno, el Clase G. Pero, “La Clase X es ‘el’ Mercedes entre las pick-ups”, definió Dieter Zetsche, presidente de Daimler AG cuando la presentó pocos meses atrás en Sudáfrica.

Y ese es el factor diferenciador que la marca alemana le imprimió a su vehículo –que utiliza la misma plataforma de la japonesa Nissan y también su powertrain (motor, transmisión, ejes, diferenciales y dirección)–, un diseño más personal respecto de sus primas hermanas y un interior y equipamiento al estilo Mercedes.

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Diferencias

Por fuera, la Clase X marca diferencias en el frontal con el impactante logo de la estrella y dos lamas en la parrilla del radiador, un capó robusto y elevado, y ópticas no tan grandes pero con un diseño muy particular (hasta tienen escrito el nombre de la marca). El lateral es muy similar a todas, salvo por una elevación de la línea de cintura a la altura de las ventanillas traseras que permite diferenciarla.

La parte trasera es demasiado sobria y espartana de líneas para un Mercedes. El portón es prácticamente liso, con la estrella otra vez dominando el espacio, mientras que las ópticas son alargadas y angostas en exceso, y dejan sabor a poco si se las compara con las que tenía el último concepto del modelo que, si bien no eran extremas, plantaban un dibujo con una personalidad original y definida pero con un estilo elegante. La caja viene de serie con un revestimiento plástico que evita rayones y la formación de óxido, e incluye dos rieles laterales con ganchos regulables para sujetar bultos.

Donde no cabe ninguna duda sobre el origen Mercedes es en el interior de la Clase X. La marca buscó asemejarlo no sólo a sus SUVs sino hasta a sus autos, replicando muchos de sus diseños y equipamientos, donde se percibe la calidad de las piezas y encastres, y la insonorización.

Materiales blandos y algunos rígidos pero de alta calidad conforman un tablero que despliega tecnología por donde se lo mire, como por ejemplo la tableta de 8,4 pulgadas flotante (no es deslizable); el touchpad, un mouse táctil en la línea de la palanca de cambios con el que se controlan todas las funciones del vehículo con sólo girar una ruedita ubicada debajo; el volante revestido en cuero con 12 botones para comandar las funciones de telefonía, audio y menú; los controles de las cámaras de 360º y el aviso de salida de carril; además de los controles de tracción y de descenso. Las butacas delanteras, muy confortables, tienen regulaciones eléctricas y control de calefacción. Lo insólito es que el volante de 3 radios sólo tenga regulación en altura, no en profundidad.

Pero lo realmente notable es el nivel de insonorización de la cabina. Para lograr un “silencio premium” los ingenieros de Mercedes trabajaron sobre el tren de rodaje, incorporaron refuerzos estructurales en el bastidor y la carrocería básica, y emplearon espumas y fibras para filtrar vibraciones. El resultado es que, en marcha, apenas se escucha el motor.

La oferta de combinaciones que ofrece la Clase X llama la atención: 3 diseños externos, 3 niveles de equipamiento, motores de 4 y 6 cilindros con 1 o 2 turbos, 3 niveles de potencia, 2 transmisiones, 2 tipos de tracción, 2 variantes de suspensión, 9 colores externos, 7 versiones de llantas, 6 tapizados para los asientos, 2 colores para el techo y 12 accesorios originales.

Las versiones están segmentadas en Pure, la básica; Progressive, intermedia, y Power tope de gama.En la Argentina, las motorizaciones serán diésel –hay una opción nafta pero sólo para unos pocos mercados–. Se trata del conocido 2.3, de la Alianza, de 4 cilindros. La X 220 d tendrá un solo turbo y entregará 163 CV, mientras que la variante biturbo erogará 190 CV en la opción X 250 d. En ambos casos, las cajas serán manual de seis marchas o automática de siete, mientras que la tracción será simple trasera o 4x4 conectable, en alta y baja con bloqueo de diferencial trasero.

Nota completa publicada en revista Weekend 542, noviembre 2017.

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Alejandro Fischer

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