Parece parte de una obra de ficción, quizás algo de una visión apocalíptica de Stanley Kubrick, pero es una realidad. Literales islas de plástico flotan en los océanos Atlántico y Pacífico, producto de las corrientes marinas que las albergan en zonas donde se generan remansos. Es tal la masa de estos desechos, que las mismas corrientes los arrastran llevándolos de viaje por todo el planeta.
Organizaciones ambientales denuncian el grave efecto que tiene sobre la vida marina, sobre todo en la fauna, ya que muchos de los animales mueren producto de la ingesta de estos elementos o bien por quedar atrapados en los envoltorios plásticos que resultan una verdadera trampa para animales de diversos tamaños, llevando a la muerte incluso a focas o lobos marinos.
Si bien existen gobiernos y ONG que tratan de limpiar las aguas, es tal la extensión de la contaminación, que tomaría más de 20 años (sin que se produzcan desechos adicionales) para que se limpie una porción de la contaminación actual.
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Las tareas de limpieza trabajarían en un área similar a los Estados Unidos.[/caption]
Aquí algunas de las imágenes más impactantes del problema:
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