Saturday 20 de April de 2024
SITIOS EXTERNOS | 09-10-2015 16:41

Mar del Plata: una fiesta aguas adentro

Una salida que se anticipa al verano, con las especies que picarán en los meses venideros. Muy buenos portes.
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Mar del Plata respira pesca. Ya sea de playa, en las escolleras o embarcado, siempre da satisfacciones a los que la intentan. Y en este arranque de la primavera, las corrientes cálidas de Brasil llegan a nuestra costa produciendo una eclosión de vida en las distintas especies.

En esta ocasión fuimos a hacer un relevamiento de pesca de altura. Nuestro anfitrión fue Mariano de la Rúa, quien cuenta con dos embarcaciones en el Club Motonáutico, desde donde zarpa la mayor parte de las excursiones a mar abierto. Nosotros abordamos el “Sin Apuro”, un barco que después de una serie de modificaciones tiene actualmente una

capacidad para 16 pescadores, más la tripulación de dos capitanes y tres marineros. Posee una balsa salvavidas para todos los miembros de la salida y navega a una velocidad promedio de 16/18 nudos, llegando a una máxima de 25. Está equipado con dos motores de 450 HP electrónicos, cuatro GPS, tres ecosondas, radar, piloto automático, dos VHF de comunicación y telefonía satelital.

Hay distintas opciones para la pesca de embarcado. Se la puede hacer costera, donde prevalecen los fondos de arena y se logran corvinas, pescadillas, gatusos, pez palo, palometas, pejerreyes, etc. También una pesca de trolling, spinning y deep jigging en las zonas de los bancos Levante y De los Pescadores, donde a partir de diciembre se pueden cobrar pez limón, bonito y anchoas de banco. Y además están los intentos de

altura en profundidades de más de 40 m, donde se pescan especies de piedra como el salmón blanco, chernias y meros.

Llegamos al Club Motonáutico bien temprano en compañía de Iván y Eduardo Escobar. El “Sin Apuro” estaba con sus luces encendidas y su tripulación completa. Mariano de la Rúa nos dio la bienvenida y nos mostró las mejoras en la embarcación que lucía impecable.

Con los motores en marcha y después de haber hecho el rol correspondiente salimos de

puerto. El día estaba amaneciendo con vientos suaves del oeste y se encontraba despejado casi sin nubes, lo que hacía presagiar una buena jornada de pesca. A la salida del puerto el ecosonda marcaba 11,30 m de profundidad. Nosotros iríamos en busca de una hondura de alrededor de 60 m. Como la pendiente del mar es suave, para llegar a esa profundidad tardaríamos unas 2 horas viajando aproximadamente a 30 km/hora. Mientras navegamos fue el momento del desayuno y de comentar con Mariano la pesca que íbamos a hacer. Nos informó que abundaban los salmones blancos y meros, alguna que otra chernia y castañetas que se usarían en filetes para carnada.

Nota publicada en la edición 517 de Weekend, octubre de 2015. Si querés adquirir el ejemplar, pedíselo a tu canillita o llamá al Tel.: (011) 5985-4224. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.

09 de octubre de 2015

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Jorge Araneo

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