Friday 29 de March de 2024
SITIOS EXTERNOS | 14-07-2015 10:19

Surubíes del Uruguay Medio

Paso de los Libres es otro de los buenos pesqueros del río Uruguay. Sus características, sus especies y las mejores técnicas.
Ver galería de imágenes

Tal vez esta correntina ciudad, en la ribera del río Uruguay, se encuentre un poco por fuera de los circuitos tradicionales del turismo pesquero. De allí que pocos sepan que, con sus casi 45.000 habitantes, sea la tercera población de la provincia de Corrientes. Con una rica tradición de batallas libertarias y epopeyas históricas como el paso del río Uruguay a caballo por parte de 108 intrépidos combatientes al mando del general Madariaga que, desde el exilio brasileño, allá por 1843, cruzaron para derrotar a las tropas de Rosas, y con esa hazaña le dieron nombre a la ciudad: Paso de los Libres. Localidad fronteriza, de célebres carnavales y unida con la brasileña Uruguayana por el “Puente Internacional Agustín P. Justo - Getúlio Vargas”. En lo personal, atesora parte de mis recuerdos de infancia, de las calles de ripio colorado, de mi abuela libreña y los veranos de caballos, montes, tajamares y primos.

Casualmente, para este relevamiento armamos equipo con Lucas Palma y Quique Luzuriaga, primos y camaradas de aquellas añosas correrías, a los que se sumaron buenos amigos como Ramiro Currius y Pato Triay.

El río Uruguay a esta altura tiene fondos mayormente de arena con algunos pedregales salteados y habitualmente presenta aguas bastante claras. Es tendido y no ostenta grandes variaciones de profundidad. Más bien parejo y no muy hondo. Tiene algunas islas y pequeños tributarios cada tanto de uno y otro lado y lagunas linderas, lo que conforma un panorama de opciones más que interesantes para la pesca. Surubí, dorado y boga constituyen una dignísima terna de especies a desafiar con nuestros anzuelos y que son factibles de capturar en la zona.

El peor panorama

El presagio de una buena faena para este relevamiento se vio alterado por una repentina creciente, que coincidió con nuestro viaje al norte, y que elevó en casi dos metros el nivel. Lluvias al norte y suelta de aguas de represas de la alta cuenca modificaron imprevista y violentamente el panorama. Para peor, el intempestivo incremento del caudal vino asociado a enturbiamiento y arrastre de restos vegetales y troncos. El cuadro no podía ser más tétrico. Pero en la pesca, como en tantas otras actividades humanas, lo peor es no enfrentar lo que viene. Agudizar el ingenio y redoblar esfuerzos es lo aconsejable, siempre y en todo.

Dorados al golpe

Es sabido que los peces que más sufren estos cambios son los de fondo, como el surubí. La razón es sencilla: una suba repentina les agrega una columna de agua y una presión que afecta su vejiga y sus órganos natatorios (que deben adaptarse a la nueva situación) y eso lleva un tiempo. En esa condición de estrés ambiental suspenden temporalmente la alimentación y difícilmente piquen. Los peces que se mueven a toda hondura (como el dorado) compensan mejor los cambios bruscos de profundidad nadando más arriba y subiendo con el nivel del pelo de agua hasta adaptarse. De todas maneras, se aquietan un poco ante un cambio brusco y abandonan momentáneamente las incursiones de cacería profunda.

Nota publicada en la edición 514 de Weekend, julio de 2015. Si querés adquirir el ejemplar, pedíselo a tu canillita o llamá al Tel.: (011) 5985-4224. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.

14 de julio de 2015

También te puede interesar

Galería de imágenes

Alejandro Inzaurraga

Alejandro Inzaurraga

Comentarios

También te puede interesar

Más en
Mirá todos los autores de Weekend