Wednesday 17 de April de 2024
NAUTICA | 27-04-2015 17:50

Navegando en seco

La elección de la guardería para una lancha es un tema que lleva tiempo y exige caminar bastante. Cómo seleccionar con buen criterio. Servicios a tener en cuenta. Establecimientos y tarifas.
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Al referirmos a una guardería de lanchas debemos pensar que no es solo el espacio donde guardar nuestra embarcación ni que su uso es estacional. Si bien hay quienes prefieren dejar la lancha en su casa en invierno y luego en el verano llevarla a una guardería, en caso de querer utilizarla inoportunamente ante un fin de semana soleado o una salida de pesca imprevista, se genera un inconveniente de traslado y no siempre se encuentra un lugar adecuado para bajarla con seguridad, a menos de que ya se disponga de este lugar y de tráiler para facilitar la movilidad.

Es muy común también escuchar a los que dicen “me cambio de guardería porque me trataron mal”. La náutica es una actividad de placer que uno la hace para distenderse,

disfrutar con la familia, amigos o solos, y no es como una cochera que uno entra, saluda y se va inmediatamente. Acá todo es a su tiempo: llegamos, pedimos que nos bajen la lancha, bajamos las cosas del auto, las estibamos a bordo, esperamos a los invitados, hablamos y compartimos con otros que están esperando. Lo que menos queremos es que en ese tiempo nos traten con desgano.

Esta situación trae aparejada indefectiblemente la posibilidad de que la guardería permita dejar la lancha en espera durante un tiempo para cargarla y prepararla para la navegación. Es normal que cuando uno regresa la deje desordenada, y eso indefectiblemente hay que ajustarlo antes de salir. Asimismo, las cosas que uno trae no se pueden tirar arriba de la lancha así como vienen, sino que hay que estibarlas y ordenarlas, y todo eso lleva tiempo. Si la guardería no posee espacio de espera es realmente una complicación para el usuario.

Servicios 

En este punto es importante detallar también que no todas las guarderías poseen confiterías, restobares o restaurantes para tomar algo, almorzar o cenar, como tampoco todas cuentan con proveedurías donde uno puede abastecerse de los elementos necesarios para la navegación: bebidas, hielo, comida, etc. Este es un buen detalle a tener en cuenta al contratar, tanto como lo es el estacionamiento para el vehículo. Si bien, en general, todas tienen para sus clientes, en los días pico de verano se superan las plazas estipuladas y los clientes deben dejar el auto afuera.

En cuanto al combustible, son muy pocas las guarderías que poseen estación de servicio. Y todo navegante debe tener en cuenta su ubicación respecto de las guarderías, ya que ir y volver de la estación de servicio lleva un gasto de combustible importante, que

a veces no se considera en el consumo de la travesía.

La entrada y salida al río debe ser cómoda, es decir, tener el espacio que uno considera necesario para las maniobras y no golpear la lancha (ver video). Si la guardería tiene atención todos los días, es decir, no cierra durante la semana, o bien atiende las 24 horas, será para el usuario una gran alivio (más aún si es pescador), sobre todo en aquellos días en los que uno se quiere quedar hasta más tarde en el río. De esa forma no se está limitado en cuanto a la hora de salida ni la de regreso.

Nota publicada en la edición 511 de Weekend, abril de 2015. Si querés adquirir el ejemplar, pedíselo a tu canillita o llamá al Tel.: (011) 5985-4224. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.

27 de abril de 2015

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Francisco Savino

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