Para hacer nuestro debut truchero, ¿por qué no buscamos el mejor lugar, donde
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estén las truchas más grandes y haya en cantidad?”, le pregunté a mi esposa Lilian Lolo Farquharson antes de armar el viaje hacia el sur. Obviamente, la respuesta fue inmediata: “¿Y vos pensás que todo eso puede pasar en un mismo lugar? Si es así te acompaño, armá la salida nomás”.
Rápidamente empecé con las consultas a los más conocedores y nos pusimos en contacto con la gente de Jurassik, emprendimiento que se encuentra a la vera del lago Strobel y la desembocadura del río Barrancoso, en la provincia de Santa Cruz. Así
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comenzó esta linda locura hacia los fríos sureños.
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Sus aguas cristalinas obviamente permiten ver de forma muy clara los cardúmenes de
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truchas que merodean el lugar, la conformación del fondo donde estaremos pescando y, con la ayuda de alguna cámara subacuática, también los scud (habitualmente llamados camaroncitos de agua dulce) que son la base alimenticia de estos peces.
Esquel, destino de pesca deportiva
El pesquero parece que estuviera detenido en el tiempo, y el hombre aún no ha encontrado la manera de provocarle alteración alguna. Es por eso que las bondades del ámbito se multiplican al ser casi un lugar virgen.
Nota publicada en la edición 510 de Weekend, marzo de 2015. Si querés adquirir el ejemplar, llamá al tel.: (011) 4341-7820 / 0810-333-6720. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.
13 de marzo de 2015
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