Friday 29 de March de 2024
SITIOS EXTERNOS | 06-11-2014 15:30

Federación: los detalles mandan

A veces, un pequeño cambio en un elemento del equipo de pesca hace la diferencia. Valga como ilustración este ejemplo mientras pescamos las grandes tarariras del río Uruguay en el nordeste entrerriano.
Ver galería de imágenes

Un detalle puede salvar una salida de pesca. Un detalle. Solo es eso. Tan chico como importante. Es que los éxitos se construyen desde las bases, desde lo pequeño. Por eso solemos remarcar algo fundamental en la pesca deportiva: la observación. Normalmente, pesca más o mejor, no meramente el que tiene más suerte sino el que la minimiza (siempre se la necesita) perfeccionando la técnica, la clavada, la elección del lugar, el equipo, es decir, en el proceso de detalles, lo que se logra sumando experiencia y mirando detenidamente cada elemento.

Por esta causa, me gusta pescar con los que saben. Mi amigo Roberto Ayala es una de esas personas que hace cuatro décadas que captura tarariras y dorados con señuelos.

Empezó leyendo las notas de Rafael Guglielmi y aprovechando que su padre trabajaba en un barco y le traía desde el exterior los señuelos que en la Argentina costaba conseguir.

Me dijo que tenía un buen lugar para pescar tarariras grandes. Acepté de plano su invitación, aunque teníamos que recorrer 500 kilómetros desde la Ciudad de Buenos Aires a Federación. En este momento, cuando está duro para obtener taruchas de buen porte debido a las aguas altas de toda la cuenca del Plata, vale la pena el viaje.

Aguas desbordadas 

Llegamos entonces al inmenso lago de la presa de Salto Grande, donde bajamos la lancha de Roberto y la abordamos con la compañía de su hermano Jorge. Cruzamos en diagonal el gran espejo. Aunque en el mapa les señalo la zona donde pescamos, poco importa, porque el nivel de este enorme embalse varía constantemente dependiendo de las lluvias en la cuenca alta del río Uruguay, la regulación de las varias represas de su curso en Brasil y la liberación de agua de Salto Grande, sea por mayor demanda de energía eléctrica como por manejo de la cota del lago.

Solo como ejemplo, el 27 de septiembre, el hidrómetro del embalse medía 35 metros: una semana más tarde, 3 metros menos. Si tomamos en cuenta que las tarariras viven en la orilla, entre duraznillos y juncales, su hábitat se ve muy modificado en poco tiempo y eso las obliga a una constante mudanza. Afortunadamente, Roberto tenía datos frescos y aprovechando un hueco entre tantas lluvias, vientos e inestabilidad en la altura, las

encontramos. Pero, no es soplar y hacer taruchas.

Como los desbordes son muy amplios, iniciamos la estrategia lanzando primero desde la lancha varada para luego vadear los alrededores sin hacer bullicio, caminando lentamente, pues los peces se encuentran en no más de medio metro de profundidad.

Nota publicada en la edición 506 de Weekend, noviembre de 2014. Si querés adquirir el ejemplar, llamá al tel.: (011) 4341-7820 / 0810-333-6720. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.

06 de noviembre de 2014

También te puede interesar

Galería de imágenes

Néstor Saavedra

Néstor Saavedra

Comentarios

También te puede interesar

Más en
Mirá todos los autores de Weekend