En cuatro fechas distintas y con diversos enfoques en cada una de ellas, se presentó el libro “+6500 Una forma de Dimensionar los Andes”, de Darío Bracali y Gullermo Almaraz. El ciclo contó con la difusión del Centro Cultural Argentino de Montaña y el apoyo de Makalu. En cada fecha se hizo un repaso de la obra, con cada uno de los 13 cerros por encima de los 6.500 m.s.n.m. También se analizó la forma en que actualmente se practica andinismo, sus valores y sus características particulares. En cada charla se hizo palpable en el público el convencimiento de que una visión humanista del deporte enriquece la experiencia y redimensiona la actividad en los Andes, realzándola desde una visión cultural. Luego de una primera parte general y haciendo eco de la afirmación que reza que “las montañas son hermosas como grandes masas de hielo y roca, pero el paso de los hombres les da vida y las convierten en leyendas”, la presentación versó sobre distintas historias que hicieron de los +6500 verdaderas leyendas. Así se repasaron varios relatos, cada uno ocurrido en una montaña diferente.
No siempre fueron 13 los +6500. Un repaso por los errores geográficos que llevaron a entender “que hubo hasta 20 +6500” en otras décadas. La llamativa historia del Llullaillabur (o Lincancaur), una montaña de 6.620 metros señalada en la cartografía oficial argentina y que en realidad no existe. El error de tipeo del geógrafo chileno que le dio 1.000 metros más al Tocorpuri o la medición errónea del Galán, el Cachi o el Muerto en los mapas argentinos.
• Testimonio: Una historia emotiva relatada en el libro “Mas alto que los Cóndores”, donde se conocen Viktor Otrowski y Hans Link y el último le devuelve los anteojos dejados en la cumbre del Aconcagua.
• Primer ascenso: Los malos entendidos y la opinión mundial frente al reclamo de primer acenso del Ojos del Salado por los chilenos en 1956. Una historia que cuenta cómo la existencia de dos picos de la misma altura en la cumbre del volcán produjo dos primeros asensos, el polaco de 1937 y el chileno de 1956, y cómo el American Alpine Club organizó una expedición para aclarar la medida de la cumbre y su punto más alto, para finalmente en 2003 medir ambos torreones.
• Misterio: Uno, dos o tres Bonetes. La curiosa historia de la cuarta montaña andina y las derivaciones del nombre Bonete Chico con que la nomina la cartografía oficial. En la década del 60 los mapas reconocían dos Bonetes y los lugareños identificaban otra montaña también con ese nombre, derivando en lo que Alfredo Brignone denominó “el misterio de los Bonete”.
• Record: Dos mujeres peleando por ser la que más alto haya llegado en la historia de la humanidad. Annie Peck escala el Huascarán Norte en 1908 y Fanny Bullock contrata al Servicio Topográfico Francés para demostrar que su ascenso al Pinacle Peak la consagró como la mujer que llegó más alto en la historia.
• Ruta Imposible: Un recorrido fotográfico sobre la Canaleta Vieiro en el Tupungato, una ruta nunca más repetida.
• Cumbre Fantasma: La extraña historia del pico ATA – Arianos, una cumbre del macizo Walter Penck y sus ascensos como producto de equivocaciones o errores geográficos.
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