La caída de los números del jabalí obligó a las autoridades a restringir la caza en la provincia de La Pampa. El problema del furtivismo, el mal uso del recurso natural, sumado a los pocos controles trajo un difícil panorama para los años venideros.
Es que en esa provincia todo el mundo caza jabalí, es casi como un deporte para matar el aburrimiento. Incluso aquellos que intentaron proteger a los animales sufrieron importantes represalias, como es el caso de algunos puesteros, que perdieron sus campos de la mano de los incendios intencionales de los furtivos.
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